Cuestión de confines y de historia. Ahora, en la onda de las hipótesis, siempre más reales, de un directo compromiso de Corea del Norte en el conflicto, se dijo "alarmado" por la enésima superación de una "línea roja" en la escalada del conflicto. Es necesario retomar la idea de Francia de enviar tropas Ucrania, "en un rol o en otro", y no descartar 'a priori' otras soluciones, como las "compañías de armas privadas".
Landsbergis -en el curso de una entrevista con ANSA- no ahorra críticas a la coalición occidental culpable, a su entender, de "no actuar" con la necesaria decisión de frenar a Rusia. "En el aire siento un olor a traición", confía.
"Hay muchas personas que desearían que Ucrania capitulara así los problemas desaparecerían, tanto las sanciones o Corea del Norte. Pero yo me pregunto: ¿Con todo aquello que invertimos en Ucrania, políticamente y financieramente, Occidente podría permitírselo?", prosigue. Y también porque si otros países piensan que basta "intercambiar los territorios, dividir Ucrania" para frenar a Putin, "se equivocan".
La historia, precisamente, cuenta. "Los Bálticos fueron intercambiados, no sirvió: nuestro punto de vista estamos en 1938". Una visión muy clara que refleja mucho de aquello que se piensa en gran parte de Europa, de este a norte". "La diferencia es que no podemos darnos el lujo de la ingenuidad a lo (Neville) Chamberlain: él quizas puede ser excusado, no nosotros,. Sabemos cómo funciona, se ofreces un pedazo de tierra a Moscú tomará algún otro", asegura.
"Y hoy están ahí afuera diversos Chamberlain, solo que es más difícil admitirlo".
La incómoda verdad es que sirve hacer más. "No hablo de una intervención de la OTAN, pero de París con otros aliados", precisa. Y sobre la hipótesis de los mercenarios. "Participé en conversaciones en las cuales se discutió esto, si algunas líneas rojas pueden ser removidas o no como, por ejemplo, permitir a compañías de armas privadas ir a Ucrania, y pienso que ello podría sucedere: basta observar lo que fue hecho con los activos rusos inmovilizados, si existe la voluntad podemos hacer muchas cosas". En suma, si las cosas no cambian, el riesgo es que Ucrania continúe perdiendo terreno con consecuencias nefastas para toda Europa, y no únicamente en el flanco este.
Es necesaria un foto hacia adelante. "Italia -subraya- demostró que, en verdad, está en grado de proporcionar resultados, con políticos que tienen una clara comprensión geopolítica".
"El punto es otro: elaboramos cálculos con nuestros amigos nórdicos y establecimos que, con las últimas entregas de ayuda militar de Suecia y Dinamarca, nuestros países, en términos de números reales, no per capita, son los segundos donantes luego de Estados Unidos. Pero nuestras economías no son el G7".
"Cuando observamos que los países del Quod (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia) se reúnen en Berlín para hablar, con toda probabilidad de Ucrania, querriamos que quien discute el futuro de la región esté al menos a la altura de nuestro compromiso financiero, dejando de lado, obviamente, a Estados Unidos".
"Nosotros -concluye Landsbergis- tenemos una perspectiva diferente y creo que un representante de los países nórdicos-bálticos debería estar presente en esa sala, en este trabajo, porque pagamos el derecho de estar allí, en todo caso".
(ANSA).
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