Unión Europea

Terremoto en Berlín, Scholz despide a Lindner

Gobierno en juego

Redazione Ansa

(ANSA) - BERLINO, 06 NOV - El canciller alemán, Olaf Scholz, destituyó este miércoles al ministro de Finanzas, Christian Lindner, por una serie de diferencias después de que el aliado rebelde pidiera el voto anticipado a menos de dos horas del comienzo de una cumbre de coalición que debería recomponer la crisis de gobierno iniciada por los liberales.
    Scholz motivó su decisión ante la necesidad de "evitar daños a nuestro país".
    "Demasiadas veces traicionó mi confianza", afirmó. Y luego explicó que pretende pedir el apoyo del Parlamento a mediados de enero.
    La respuesta de Lindner fue Inmediata: "Scholz no tiene la fuerza para guiar al país hacia un nuevo comienzo", dijo, en declaraciones dadas en Cancillería luego del anuncio oficial de su despido por parte de la cancillería (Kanzler).
    Lindner luego acusó al canciller que procedió a una "calculada ruptura del gobierno", sumergiendo al país "en la inseguridad".
    La decisión había sido anunciada a ANSA por una fuente calificada de la Cancillería. Y fue el tabloide Bild que dio a conocer que el líder liberal intentaba rápidamente solicitar el voto anticipado a comienzos de 2025.
    Los diferentes choques de estos días para resolver la crisis del gobierno alemán mostraron que entre el Partido Socialdemócrata (SPD), Verdes y Liberales no hay bastantes puntos en común para llegar al cambio económico pedido, a gran voz, por el ministro de Finanzas, escribió el Bild.
    Se trata del 'enfant terrible' -hay que recordar- que hizo saltar las tratativas de la coalición "Jamaica" (con los Verdes y la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en la era de Angela Merkel.
    Y que desde hace semanas exacerbó los tonos con los colegas de gobierno a causa de las durísimas derrotas electorales en los estados del este y los sondeos federales que dan al Partido Democrático Libre (FDP) el 4% y, por consiguiente, fuera del Parlamento en las próximas elecciones. La jugada de Lindner es, al menos, temeraria.
    Todavía más en la Berlín aturdida por el éxito de Donald Trump, que representa para Alemania un enorme desafío.
    Los socialdemócratas y los verdes son de la idea de que el cambio radical en Washington impone a los tres partidos llegar a un acuerdo para mantenerse en el poder, para dotar a los alemanes de un presupuesto y defenderse de las consecuencias (que también serán económicas) de las elecciones estadounidenses.
    Los liberales, en cambio, se inclinaron por la línea opuesta: el propio voto estadounidense obliga a los alemanes a cambiar de rumbo inmediatamente, reaccionando a la crisis con una restricción de sus cuentas.
    La crisis madura desde hace meses, y la cumbre decisiva, en curso desde las 18 horas (local) en la Cancillería, era anunciada.
    Desde los primeros choques se entrevió que el líder de los liberales pensaba abandonar el gobierno sin un pacto sobre su paquete para el "Cambio económico", mientras los ministros de Justicia y Transportes, también en la cuota FDP , eran contrarios y habrían empujado para quedarse. Pero el ministro tuvo el apoyo del grupo parlamentario en la negociación de esta noche, que clamorosamente fracasó.
    En Berlín se respira desde hace días una gran incertidumbre: Scholz, el vicecanciller Robert Habeck, y Lindner se encontraron ya tres veces en tres días para discutir la crisis.
    El canciller y el ministro de Finanzas rebelde se vieron ya el domingo por la noche, con una bilateral. Y ya intervino incluso el presidente de la República, Frank Walter Steinmeier, que tiene los contactos con el Kanzler y recibió el jefe de la oposición Friedrich Merz (de la CDU), probable próximo canciller.
    El centro en el agujero del presupuesto alemán aún a saldar ve frentes contrapuestos acerca de las soluciones desde hace semanas: Scholz mantuvo una cumbre con la industria, excluyendo los dos socios, Habeck propuso un fondo de inversión, y Lindner quería recortar los gastos sobre políticas del clima, el rédito de ciudadanía y los subsidio al Este, y reducir las tasas a las empresas.
    Un compromiso parecía a todos imposible, además porque los socialdemócratas habían impugnado con decisión el documento del ministro, considerado un verdadero y propio punto de ruptura.
    Los rumores ocurrieron durante toda la jornada. Hasta el despido sorprendente. Semanas atrás, una fuente autorizada del SPD clarificó que los socialdemócratas hicieron saber quién dicta la línea en la coalición del Kanzler sin excluir una expulsión de los liberales. Es aquello lo que ocurrió. SPD y Verdes podrían decidir ir adelante con un gobierno de minoría.
    (ANSA).
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