Después de los pillajes de los primeros días en tiendas que quedaron destrozadas por las lluvias torrenciales, que causaron al menos 220 muertos, ahora, cuando donaciones particulares han llenado los pueblos afectados de productos de primera necesidad y alimentos al no haber tiendas abiertas, llegan los aprovechados.
Desde el pasado viernes Juan Bernardo cocina cada día para los que han perdido todo en una calle de Aldaia (Valencia) en una gigante paella 5 kilos de macarrones -no "al dente" precisamente- y en otra un cocido de garbanzos.
Y considera "indignante ver cómo se está aprovechando la gente" que no ha sido afectada.
Ha visto también llevarse "a personas que viven en un tercero, donde no llegó el agua, palas que daban o botas de agua" y también lamenta cómo "gente está a la fresca en el pueblo mientras los demás estamos sacando barro y ayudando".
Dice que ya han abierto algunos supermercados y que por tanto se puede comprar comida, pero Isabel Sánchez, que espera a un plato de macarrones, dice que "la tienda está muy lejos".
También se están dando casos de personas de Valencia capital, donde no llovió, que "vienen andando hasta aquí a hacer la compra, gratis claro, en los puntos de donación".
Elvira Jurado, quien acaba de recuperar su automóvil destrozado del garaje, lo minimiza y dice que "una cosa por la otra: vienen de fuera a ayudarnos y también a llevarse comida.
Allá cada uno con su conciencia".
En Paiporta, localidad vecina, la boliviana Melania Recha, voluntaria de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), que está proporcionando desde el primer día agua, alimentos, medicinas y productos de limpieza, también ha sido testigo de la picaresca.
"Hubo una pareja que vino varias veces con el carro a coger cosas, las llevaba al automóvil a dejarlas y por casualidad vi cómo su maletero estaba lleno de cosas", cuenta.
Elena Plaza, vecina de Paiporta, que dice que nunca se imaginó "tener que ir a que me dieran jabón" cuenta que tiene unos "vecinos que van a tener compra para un año. Cada día salen con el carro por la mañana y cargan en varios puntos de donaciones".
De "los nueve vecinos de mi edificio, dos están haciendo eso".
A la puerta de una farmacia destrozada por las lluvias, hay productos básicos bajo un cartel que dice: "Coge solo lo que necesites".
Y mientras tanto, sigue llegando a los municipios afectados desde distintos puntos de España personas en automóviles cargados de comida, productos de limpieza y fregonas, como 10 taxistas latinoamericanos que salieron hoy de Madrid hacia Aldaia.
O como otras diez de un bar de Cádiz, que llegaron hoy tras 9 horas de viaje y estarán hasta el domingo en una plaza de esta localidad cocinando también macarrones con tomate.
Pero "¿cómo vas a saber los que se aprovechan de los que no?", pregunta una de ellas. (ANSA).
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