Encabezada por la Federación Belga de Criadores y Agrupaciones de Productores (Fugea), al grito de "Paren el acuerdo con el Mercosur" y "precios justos ahora", la protesta reunió a un centenar de agricultores en la rotonda Schuman, en el corazón del barrio europeo.
Las asociaciones piden la Comisión Europea que no ratifique el acuerdo con el bloque comercial sudamericano, preocupadas por la llegada al mercado europeo de productos baratos, como la carne, que no respetan las mismas normas medioambientales y de protección social de la UE.
Según los rumores, la Comisión Europea tiene intención de ultimar el acuerdo con el bloque de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay en la cumbre del G20 que se celebrará en Río de Janeiro la próxima semana, los días 18 y 19 de noviembre.
Algunos representantes de los grupos políticos de la Cámara Europea (La Izquierda y los liberales de Renew Europe) también participaron en la manifestación para mostrar solidaridad con las preocupaciones de los agricultores.
"Estoy aquí para apoyar a los agricultores en su lucha contra el acuerdo", explicó a ANSA Manon Aubry, líder del grupo La Izquierda, calificándolo de "el peor acuerdo comercial firmado" por Bruselas, que "tendrá consecuencias dramáticas para la salud y el clima" .
Aubry, como vicepresidente de la comisión de comercio internacional de la Cámara Europea, acusó también al ejecutivo de la UE de querer cerrar el acuerdo en secreto, "a puerta cerrada".
"No tuvimos acceso a los documentos de las negociaciones" en curso con el bloque comercial, acusó.
"En las negociaciones en curso con los cuatro países del Mercosur, una prioridad absoluta para la Unión Europea es garantizar que las sensibilidades de nuestro sector agrícola sean plenamente respetadas y plenamente integradas en el acuerdo, como ocurre en todas nuestras negociaciones comerciales", dijo, por su parte, un portavoz de la Comisión Europea en respuesta a una pregunta sobre las protestas de los agricultores.
La oposición al acuerdo es liderada por Francia. Con una rara unanimidad, el mundo político y los actores agrícolas del país se movilizaron hoy para expresar su oposición, en nombre de la defensa de los agricultores y de la naturaleza, a la firma del pacto con el Mercosur.
La Unión Europea parece decidida a firmarlo antes de fin de año, para gran consternación de Francia, que todavía lo rechaza "en el estado actual". El primer ministro, Michel Barnier, intentará hacer valer hoy la posición de París en una reunión que mantendrá con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
Durante el Consejo de Ministros que tuvo lugar antes de su partida, "se recordó la oposición absoluta del gobierno a un tratado que pondría en peligro a nuestros criadores", informó la portavoz del gobierno, Maud Bregeon.
"Este tratado no es aceptable tanto por razones ecológicas como por la competencia desleal que induce. La agricultura no es una variable de ajuste comercial y nunca debe ser una variable de ajuste comercial", agregó.
Menos de un año después de una movilización histórica de agricultores en Francia, que resultó en bloqueos de carreteras, los sindicatos agrícolas están llamando a sus tropas a manifestarse nuevamente. Denuncian la burocracia y los bajos ingresos, las malas cosechas, las enfermedades animales y la perspectiva de firmar el acuerdo con Mercosur.
Por la mañana, la alianza sindical mayoritaria agrícola formada por la Federación Nacional de los Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA) y los Jóvenes Agricultores (JA) lanzaron un llamamiento a una movilización nacional de los agricultores "a partir del lunes" 18 de noviembre.
Estas organizaciones explican en particular que quieren "hacer oír (...) la voz de Francia" en el "momento del G20 en Brasil", mientras que Francia se encuentra bastante aislada en la escena europea en su oposición a este acuerdo.
La Coordinación Rural, el segundo sindicato representativo, promete "una revuelta agrícola" a partir del 19 de noviembre, con un "bloqueo del transporte de alimentos".
Por su parte, las interprofesiones (organizaciones que agrupan en particular a agricultores e industriales) de la carne vacuna (Interbev), de las aves de corral (Anvol), de los cereales (Intercéales) y del azúcar (AIBS) dijeron hoy durante una rueda de prensa que querían "dar más fuerza" a la movilización anti-Mercosur, al decir "no" con "una sola voz" a este acuerdo.
Tres cargos electos de diferentes bandos - el socialista Dominique Potier, el LR Laurent Duplomb y el exministro de Agricultura (durante el primer mandato de Emmanuel Macron), Stéphane Travert - estuvieron presentes en esta conferencia para demostrar que el mundo político francés muestra una inusual unanimidad sobre el tema. (ANSA).
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