Unión Europea

Moscú denuncia nuevos ataques en Kursk con Atacms

Rusia expulsó a diplomático británico y sanciona a 10 ministros

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA, 26 NOV - Las relaciones de Rusia con Estados Unidos y Gran Bretaña se vuelven cada vez más incandescentes.
    Moscú denunció dos nuevos ataques en la región de Kursk con misiles estadounidenses Atacms, expulsó a un diplomático británico acusado de espionaje y publicó sanciones contra diez ministros del gobierno de Londres.
    El ministerio de Defensa ruso dijo que "están en preparación acciones de respuesta" a los dos nuevos ataques de Ucrania con Atacms ocurridos el 23 el 25 de noviembre.
    Desde el punto de vista diplomático el que está en la mira fue, principalmente, el Reino Unido, luego de análogas agresiones perpetradas la semana pasada con misiles británicos Storm Shadow y la captura por parte de las fuerzas rusas en la región de Kursk de un combatiente británico, mostrado en un video.
    El embajador de Londres en Rusia, Nigel Casey, fue citado ante el ministerio de Asuntos Exteriores, que le informó de la decisión de expulsar al diplomático Wilkes Edward Prior, acusado de haberse acreditado como funcionario del Foreign Office cuando en realidad trabajaba para los servicios secretos.
    Según las autoridades rusas, Prior, que llegó recientemente a Moscú para sustituir a uno de los otros seis diplomáticos expulsados ;;el pasado agosto por el mismo cargo, llevó a cabo "actividades de reconocimiento y subversión que amenazaban la seguridad de la Federación Rusa".
    Londres rechazó las acusaciones por considerarlas "infundadas". Pero Moscú fue más allá y anunció que había impuesto una prohibición a varios miembros del gobierno de Keir Starmer de entrar en Rusia debido a las "acciones hostiles" y la "política rusofóbica" de Gran Bretaña.
    Entre ellos, la viceprimera ministra Angela Rayner y las ministras del Interior, Yvette Cooper, de Justicia, Shabana Mahmood, y de Finanzas, Rachel Jane Reeves. También fueron sancionados varios diputados y dos periodistas: Tom Ball del Times y Dan Woodland del Daily Mail.
    El ataque a la región de Kursk del 20 de noviembre con los Storm Shadow fue el más mortífero conocido hasta el momento.
    El presidente ruso, Vladimir Putin, habló de un bombardeo a un puesto de mando que causó "muertos y heridos".
    El ministerio de Defensa informó de otras pérdidas humanas no especificadas en un ataque con cinco misiles Atacms, de los cuales dos habrían alcanzado el objetivo, en una posición de defensa antimisiles S-400 en la zona de Lotarevka, a 37 kilómetros al noroeste de la ciudad capital de Kursk.
    Dos días después, añadió el ministerio, se lanzaron otros ocho misiles estadounidenses contra el aeropuerto de Kursk-Vostochny. Siete fueron derribados y uno alcanzaría su objetivo. En este ataque dos soldados resultaron levemente heridos. La cartera de Defensa publicó fotografías en su canal Telegram de lo que presentó como partes de los misiles interceptados.
    La semana pasada, tras los primeros lanzamientos, Rusia embistió con un nuevo misil hipersónico, el Oreshnik, una fábrica en la zona industrial de la ciudad de Dniéper, donde también se fabrican componentes para misiles.
    En un inesperado y dramático discurso a la nación por la noche, Putin afirmó que el lanzamiento de los Atacms y Storm Shadows hacia territorio ruso había hecho que el conflicto adquiriera "un carácter global", advirtiendo que Moscú se reservaba el derecho de atacar asimismo instalaciones militares de esos países que permiten que las armas que ellos suministran se utilicen contra Rusia.
    Por lo tanto, crece la tensión sobre cuál podría ser la respuesta a las nuevas incursiones, con posibles ataques más masivos y contra objetivos estratégicos en comparación con los que ya se llevan a cabo a diario en Ucrania.
    Conforme la Fuerza Aérea de Kiev, durante la noche del lunes al martes, las fuerzas rusas lanzaron un récord de 188 drones -así como cuatro misiles balísticos Iskander-M- sobre la región de la capital y otras 16, alcanzando "instalaciones de infraestructura críticas" y dañando "edificios privados y condominios", pero sin causar muertos ni heridos.
    En cuanto a las operaciones en el terreno, Moscú reivindicó la conquista de la localidad de Kopanki, en la región de Járkov, mientras que analistas del Instituto para el Estudio de la Guerra afirman que las tropas rusas avanzan a ritmo más rápido respecto de los primeros meses de la guerra.
    Mientras tanto, la Fiscalía General de Ucrania acusó a soldados rusos de matar a sangre fría a cinco soldados ucranianos capturados en la región de Donetsk. Por su parte, las autoridades prorrusas en la parte de la región de Jérson, ocupada por las tropas de Moscú, imputaron a los ucranianos haber perpetrado un bombardeo con morteros contra un autobús civil en Novaya Kakhova, en el que perdieron la vida cuatro personas y otras siete resultaron heridas. (ANSA).
    Leggi l'articolo completo su ANSA.it