Pero las encuestas también muestran un fuerte avance de la extrema derecha y de las fuerzas nacionalistas y soberanistas, que incluso ven la posibilidad de tener tres partidos en el Parlamento.
Seguramente estará la Aur (Alianza para la Unidad de los Rumanos) de George Simion, que prácticamente duplicó su consenso con respecto a las elecciones legislativas de 2009, alcanzando el 21%, SOS con un 7,2% y POT con un 5,2% -ambas formaciones de extrema derecha- parecen haber logrado el objetivo de entrar en el parlamento superando la barrera del 5%.
Sin embargo, los que todavía están en riesgo son la UDMR, el partido de la minoría húngara que aún se encuentra a caballo del umbral crítico del 5%.
Los medios locales dividen la votación en dos grandes bloques: el moderado, formado por fuerzas proeuropeas y proatlántistas, con los liberales del PNL en torno al 15%, la USR (Unión Salvar Rumania, centroderecha) con el 14%. % y los socialdemócratas y, por el otro lado, el voto extremista que representa exactamente lo contrario. Visto así, el avance de la extrema derecha es quizás aún más evidente y sigue lo que ya ocurrió en las elecciones presidenciales del pasado domingo con la victoria en primera vuelta del soberanista independiente y prorruso Calin Georgescu.
Además, las encuestas ya habían hecho saltar las alarmas, sugiriendo que la participación podría ser decisiva para una clara victoria de los moderados. Hoy la participación fue de poco más del 52%, lo que representa el mejor resultado de las últimas dos décadas, pero que evidentemente todavía no es suficiente para frenar el avance de la extrema derecha.
Por supuesto, pero esto no es nada nuevo en Rumania, la gobernabilidad está en riesgo: el primer partido, el PSD, es una fuerza de centro izquierda, mientras que el resto del eje político está totalmente desplazado hacia la derecha y fragmentado entre conservadores, liberales y, de hecho, fuerzas extremistas.
Mientras tanto, se espera la decisión del Tribunal Constitucional sobre el recuento de los votos de la primera vuelta de las elecciones presidenciales y la posible cancelación de toda la consulta tras la apelación de uno de los candidatos.
En este caso, se convocarían a nuevas elecciones presidenciales ya en este mes de diciembre. Si todo se confirma, la segunda vuelta se celebrará el próximo domingo entre Calin Georgescu -que se hizo famoso el pasado domingo provocando polémicas y acusaciones contra la plataforma TikTok en la que llevó a cabo su campaña electoral- y la dirigente de la USR Elena Lasconi, cuyo partido desempeña el papel de tercera fuerza en el tablero político junto con los liberales. (ANSA).
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