Sin embargo, su presente y su futuro quedaron brutalmente rotos el 20 de diciembre cuando, mientras se disponía a disfrutar de la magia de la Navidad en el mercado de Magdeburgo junto a su madre y su hermano, el autoe conducido por Taleb Al Abdulmohsen lo atropelló. Murió junto con otras cuatro mujeres de 45, 52, 67 y 75 años, originarias de la zona y de Burgenland.
La noticia de la trágica muerte del pequeño se difundió el viernes, conmocionando a las 3.400 almas de su comunidad de origen, que ahora se unen en dolor y abrazan a la familia.
Su madre, Désirée Gleissner, confió su angustia a un mensaje público en Facebook: "Dejen que mi osito de peluche vuelva a volar alrededor del mundo. André no le había hecho nada malo a nadie. Solo vivió con nosotros durante 9 años. Por qué? Yo no puedo entenderlo", escribió en su cuenta, buscando la manera de compartir el dolor y prometiendo a su hijo que seguirá viviendo en su corazón y en el de todos los que lo amaron.
André iba al colegio con regularidad y, hasta hace unos meses, era monaguillo en Floss. Una vida corta caracterizada, en las descripciones de familiares y amigos, por la alegría y la curiosidad, como debe ser la de un niño de 9 años.
Ahora las amigas de la madre, Franzika y Anne, han iniciado una recaudación de fondos online para ayudar a la familia a cubrir los gastos del funeral y afrontar "el viaje del duelo a su propio ritmo". "André no podía esperar a que llegara la Navidad. Quería pasar el último fin de semana con su familia en el mercado de Magdeburgo. Pero nunca podrá desempaquetar sus regalos", escribieron las dos mujeres en el mensaje que acompaña a la iniciativa.
Entre las palabras de pésame para André también emergen las del actor y DJ alemán Jan Leyk, en Facebook. "Eras solo un niño, inocente, que acababa de descubrir el mundo, un mundo que debería haberte amado y protegido. En cambio, te decepcionó", observó Leyk, conocido por su papel en la serie "Berlín - Tag & Nacht", y criticando a quienes explotan la masacre "con fines políticos".
"Su tragedia debe hacernos frenar y reflexionar sobre lo que realmente importa: proteger a nuestros niños, proteger vidas. La responsabilidad recae en quienes tienen el poder de hacer que el país sea más seguro. No soy un político, ni un ideólogo, solo soy un padre que se pregunta: por qué pasó esto? Por qué nadie protegió a André y su futuro?". (ANSA).
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