Una afirmación, la del arzobispo alemán, que corre el riesgo de dificultar aún más la relación con el Papa Francisco, que no ha estado exenta de malentendidos en el pasado.
Monseñor Gaenswein, prefecto de la Casa Pontificia desde 2012, de hecho había sido "suspendido" de este cargo en 2020.
Oficialmente para dejarle más tiempo para dedicarse al Papa emérito que comenzaba a mostrar todas sus debilidades físicas.
Pero ya entonces se habló, sobre todo en la prensa alemana, de una verdadera "destitución".
Hablando de la disposición, el Motu Proprio "Traditionis custodes", con el que el Papa Francisco había revisado, con fuerza, las disposiciones sobre la misa antigua, Gaenswein comentó: "Ese fue un punto de inflexión. Creo que el Papa Benedicto ha leído este Motu Just con dolor en el corazón".
Y explicó que la disposición del Papa Ratzinger (Summorum Pontificum de 2007) estaba destinada a "ayudar a aquellos que simplemente habían encontrado un hogar en la antigua misa, a encontrar la paz interior".
"Quítele este tesoro a la gente, ¿por qué? No creo que pueda decir que me siento cómodo con eso", señaló entonces. Una crítica, no tan indirecta, a una decisión del Papa Francisco. A esto se suma el hecho de que está a punto de salir a la luz un libro del secretario de Ratzinger, "Nada más que la verdad" (editorial Piemme), lo que podría crear más polémica.
Se trata de "un relato de primera mano que pretende arrojar luz sobre algunos aspectos incomprendidos de su pontificado -dice Don Georg, refiriéndose claramente a Benedicto XVI- y describir desde dentro el verdadero 'mundo vaticano'".
Gaenswein también concedió hoy una entrevista a los medios vaticanos en la que los tonos son claramente más suaves pero sus palabras, sin embargo, hacen eco de este pesar por la incomprensión, según él, experimentada por el Papa Benedicto.
"Hemos visto que sus palabras, las palabras del Sucesor de Pedro, no fueron acogidas. Pero esto nos dice que el liderazgo de la Iglesia no se hace sólo mandando, decidiendo sino también sufriendo, y esta parte del sufrimiento fue no uno pequeño", confió Gaenswein.
Ahora surgen interrogantes sobre el futuro del secretario que ha estado al lado de Benedicto todos estos años. En primer lugar, tendrá que mudarse del monasterio Mater Ecclesiae que desde 2013 estuvo enteramente dedicado al Papa Eméritoy su 'familia', el secretario y los 'memores' que lo cuidaron hasta el final.
Como prefecto, a Gaenswein se le podría asignar un apartamento dentro de los muros del Vaticano. Parecería que ya se ha identificado uno libre, solo que no lejos de la Casa Santa Marta, donde vive el Papa Francisco.
En cuanto a su futuro papel en la Curia, muchos se preguntan si volverá a ser prefecto de la Casa Pontificia en pleno ejercicio de sus funciones. Parecería difícil después de dos años de ausencia de los cargos públicos y con esas funciones desempeñadas mientras tanto por otros, empezando por el padre Leonardo Sapienza.
Y luego surge también la pregunta si se le asignará otro papel, por ejemplo fuera de la Curia. Una diócesis en Alemania podría parecer la solución más natural pero, según se ha podido saber, pero Gaenswein no habría mantenido grandes relaciones con el episcopado de su tierra natal.
Hay muchos rumores: el de un posible papel diplomático en el exterior o el de una cátedra en alguna universidad. Todo rumores porque la decisión aún está en manos del Papa Francisco y no es seguro que sea inmediata. (ANSA).
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