"Pienso en los días de calor, calor, calor y frío, frío, frío", dijo.
"No puedo olvidar, pues, vuestro generoso compromiso con ocasión de mis viajes a la ciudad de Roma y de las visitas pastorales a Italia. Por todo ello les reitero de corazón mi estima y mi aprecio por la disponibilidad y por el servicio atento y calificado", expresó Jorge Bergoglio.
Este compromiso de la Policía italiana "en el cumplimiento de sus deberes como funcionarios del Estado italiano, demuestra también las buenas relaciones que existen entre Italia y la Santa Sede", subrayó el Pontífice.
"Espero que vuestro trabajo, realizado a menudo con sacrificios y riesgos, esté siempre animado por el deseo de ayudar al prójimo y a la comunidad", añadió.
Para el Pontífice, el servicio prestado por la policía "puede ser un signo de la cercanía de Dios con los hermanos y hermanas con los que se encuentra cada día y que esperan de ustedes un gesto de cortesía y de acogida".
"Esta es una forma concreta de ser pacificadores, artesanos de paz", dijo. "Y cuánta necesidad hay hoy de personas que trabajen por la paz, no con buenas palabras, sino con hechos, cumpliendo cuidadosamente su deber al servicio del bien común".
Finalmente, Francisco le confió a la policía que opera en la zona vaticana que, si por él fuera, se movería "solo".
"Les diré una cosa: me da vergüenza molestarlos tanto. Me gustaría ir solo y nada. Me da vergüenza, pero gracias, hay que hacerlo", señaló Francisco en la audiencia con los directivos y personal de la Inspección de Seguridad Pública del Vaticano.
En tanto, la oficina de prensa del Vaticano informó que Bergoglio tiene previsto celebrar misa el 22 de enero por el "Domingo de la Palabra de Dios", en la Basílica de San Pedro.
El 25 de enero, sin embargo, acudirá a la basílica de San Pablo Extramuros para presidir las Vísperas a las 17.30 horas locales al término de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
Francisco, de 86 años, mantuvo este jueves una reunión de casi una hora, calificada de muy caálida, con el alcalde de Roma Roberto Gualtieri.
El alcalde ilustró al Pontífice el programa para la puesta en marcha y la ejecución de las obras del Jubileo 2025.
Además, dialogaron sobre políticas sociales, desafíos ambientales, descarbonización y economía, entre otras cosas.
Finalmente, Gualtieri le contó luego al Papa sobre la cumbre de alcaldes del mundo en Buenos Aires, que tuvo lugar en los últimos meses.
Según los informes, el Papa describió la capital argentina, donde nació, como una ciudad única y maravillosa, al tiempo que expresó esperanza y aliento para Roma. (ANSA).
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