Vaticano

"Oraciones por la maltratada Ucrania"

Francisco dice que habla con enviados de Volodimir Zelensky.

Redazione Ansa

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 25 GEN - "No lo duden, rezo por ustedes, los llevo en el corazón y pido a Dios que tenga misericordia de este pueblo valiente, afirmó hoy el Papa Francisco al recibir al Consejo de Iglesias de Ucrania.
    "Estoy cerca de ustedes", insistió el Sumo Pontífice en estos días al Consejo Panucraniano de Iglesias en Roma.
    Francisco recordó que su "simpatía" comenzó cuando era un niño y servía misa a un sacerdote ucraniano y "a partir de ese momento ha crecido mi simpatía por Ucrania, una vieja simpatía que ha crecido y que me acerca a ustedes".
    Luego pidió a todos que oren "en silencio pero juntos por la madre Ucrania" y subrayó como positivo el hecho de que cristianos, judíos, ortodoxos y de todas las religiones presentes en el país estén todos juntos en el Concilio.
    "Todos juntos" para la "madre ucraniana, todos juntos y esto muestra el tejido de vuestra raza, es un ejemplo ante tanta superficialidad que vemos hoy en nuestra cultura", subrayó Jorge Bergoglio.
    "En nuestros pensamientos y oraciones, no falte la maltratada Ucrania tan afligida. Esta mañana tuve una reunión con los responsables de las diversas confesiones de fe que están en Ucrania, todos unidos. Relataron el dolor de ese pueblo.
    olvidar, todos los días, rezar por la paz definitiva en Ucrania", insistió.
    En la reunión de esta mañana con el Consejo de Iglesias de Ucrania, el Papa informó que "recibe regularmente enviados del presidente Zelensky". "Estoy en diálogo con los representantes del pueblo ucraniano y esto me lleva a escucharlos y a rezar", dijo. "Gracias por vuestra unidad, esto es algo grande para mí, como los hijos de una familia que son uno allí, uno allí, uno allí, pero cuando su madre está enferma están todos juntos", subrayó luego Francisco.
    El Pontífice también entregó a los representantes de las Iglesias un discurso escrito en el que subrayó: "Estoy con vosotros en la defensa de los derechos de los fieles de toda comunidad religiosa, especialmente de aquellos que sufren abusos y persecuciones. Estoy con vosotros en el compromiso de ayudar a los presos y personas detenidas por motivos políticos. Aliento sus esfuerzos para restaurar el respeto de todos por los principios y normas del derecho internacional y los derechos humanos fundamentales".
    "Pasado mañana, 27 de enero, se celebra el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas del Holocausto. El recuerdo de ese exterminio de millones de judíos y personas de otras religiones no puede ser olvidado ni negado. No puede haber una constante compromiso de construir juntos la fraternidad sin haber disipado antes las raíces del odio y la violencia que alimentaron el horror del Holocausto", enfatizó en la audiencia.
    "Hoy más que nunca la humanidad, herida por tantas injusticias, divisiones y guerras, necesita la Buena Nueva de la paz y la salvación en Cristo", indicó, por otra parte el Papa, en su Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones que se celebrará el 22 de octubre.
    Y reiteró que "toda persona tiene derecho a recibir el Evangelio". "Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un hermoso horizonte, ofrece una banquete deseable", destacó.
    "La conversión misionera -añadió el Papa- sigue siendo el principal objetivo que debemos fijarnos como personas y como comunidad, porque la acción misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia".
    Por lo tanto, "la urgencia de la acción misionera de la Iglesia implica naturalmente una cooperación misionera cada vez más estrecha de todos sus miembros en todos los niveles".
    "Este es un objetivo esencial del camino sinodal que la Iglesia está haciendo con las palabras clave comunión, participación, misión. Este camino no es ciertamente una doblegación de la Iglesia sobre sí misma, no es un proceso de votación popular para decidir, como en un parlamento, lo que uno debe creer y practicar o no según las preferencias humanas, es más bien un ponerse en marcha como los discípulos de Emaús, a la escucha del Resucitado que viene siempre entre nosotros para explicarnos el sentido de las Escrituras y partirnos el pan, para que podamos llevar a cabo su misión en el mundo con la fuerza del Espíritu Santo", sentenció. (ANSA).
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