(ANSA) - YUBA 4 FEB - Es el país africano con mayor número de desplazados: 2 millones dentro del país y 2 millones fuera de las fronteras. Luego están el hambre, la inseguridad, el analfabetismo.
Sudán del Sur se derrumba y las cifras de la tragedia humanitaria fueron presentadas por la Representante Especial Adjunta de Naciones Unidas en Sudán del Sur, Sara Beysolow Nyanti. Fue ella quien ilustró al Papa, en un encuentro en Yuba, la dificilísima situación que vive el país más joven del mundo.
"Es una ocasión importante -dijo la representante de la ONU- para llamar la atención del mundo sobre Sudán del Sur, en un momento en que surgen simultáneamente numerosas crisis humanitarias". "El contexto humanitario en Sudán del Sur es preocupante. Durante más de una década, el pueblo sudanés ha sufría de conflicto, inestabilidad social y política, cambio climático, violencia, desplazamiento, inseguridad alimentaria, falta de oportunidades educativas y acceso a los sistemas de salud", sentenció.
Sudán del Sur ocupa el cuarto lugar en la lista de las crisis de desplazados más desatendidas del mundo y también representa la mayor crisis de refugiados en Africa.
"Niveles extremos de incertidumbre alimentaria y desnutrición afectan a dos tercios de la población del país.
Esta situación convierte a Sudán del Sur en una de las peores emergencias alimentarias a nivel mundial. Se estima que en 2023 unos ocho millones de personas sufrirán la escasez de alimentos crisis", dijo el representante de la ONU.
Luego está la inseguridad, por la violencia y el crimen.
Finalmente, el drama de las mujeres y las niñas: "Son víctimas fáciles de la violencia sexual y corren el riesgo de ser abusadas en el desempeño de sus actividades diarias", explicó Sara Beysolow Nyanti.
Luego, los niños que corren el riesgo de ser "secuestrados, reclutados por grupos armados locales o víctimas de la trata" todos los días. Y como si fuera poco, los cataclismos también han azotado al país en los últimos años, en particular inundaciones que han causado muerte y destrucción, haciendo que el país vaya de crisis en crisis.
En 2023, según estimaciones de la ONU, los cooperantes necesitarán 1.700 millones de dólares para cubrir las necesidades de 6,8 millones de personas. "Dada la falta de recursos, tienen que tomar decisiones difíciles todos los días para priorizar solo a aquellos con necesidades más urgentes.
Este proceso de toma de decisiones es desgarrador, dada la gravedad de la situación y las necesidades", dijo la "voz" de la ONU al Papa.
Por último, la inseguridad en la que trabajan los operadores humanitarios: Sudán del Sur es el contexto más peligroso del mundo para los operadores, seguido de Afganistán y Siria.
En 2022, se informaron más de 390 incidentes contra el personal humanitario. Nueve han perdido la vida para ayudar a este país. (ANSA).
Desplazados, hambre y violencia
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