Francisco agradeció luego a la vice representante especial de la ONU, Sara Beysolow Nyanti: "Ella y muchos otros no se detuvieron a estudiar la situación, se pusieron a trabajar duramente".
"Aquí perdura la más grande crisis de refugiados del continente, con al menos cuatro millones de hijos de esta tierra desplazados, con la inseguridad alimentaria y la malnutrición que azota a dos tercios de la población y con las previsiones que hablan de una tragedia humanitaria que puede empeorar ulteriormente", agregó el pontífice. (ANSA).
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