La enfermedad en la literatura

(ANSA) - ROMA 9 FEB - A lo largo de los siglos la literatura ha tratado el tema de la enfermedad desde muchos puntos de vista, y en los últimos años son numerosos los títulos que se han dedicado a este complejo y delicado tema, poniendo sobre el papel sentimientos y vivencias personales de fuerte impacto.
    Este tópico se recuerda al celebrarse el Día Mundial del Enfermo, el 11 de febrero, para tener presente, a través de distintas historias, que la enfermedad es una vivencia diferente para cada persona.
    Algunos libros, publicados en los últimos años, cuentan la historia de la enfermedad desde diferentes perspectivas, dando que pensar y ofreciendo apoyo a quienes, en esas páginas, se ven más a sí mismos.
    Bruno Arpaia, escritor y traductor, es autor de un libro autobiográfico que trata temas complejos: la vejez, el miedo a la muerte y la enfermedad de Alzheimer, que afecta a su madre de noventa años.
    El autor, a su vez luchando con la edad avanzada, sigue la pérdida y el declive de la memoria de su madre, que cada vez tiene más dificultades para reconocer a su familia.
    En "Ma tu chi sei" (Guanda) observamos una conmovedora relación madre-hijo, acompañada del dolor ligado a la enfermedad y de una sutil ironía al enfrentarse a lo que, al final, son también nuestros miedos.
    Otra intensa historia es la de un largo amor devastado por la enfermedad, de la cual sacamos la fuerza para celebrar la vida de la mejor manera posible: "Una cuestión de muerte y vida" (Neri Pozza, traducido por Caterina Ciccotti), un libro co- escrito, hasta donde fue posible, por el psiquiatra Irvin Yalom y su esposa Marilyn Yalom, feminista, experta en lenguaje y literatura, que padecía cáncer.
    El fuerte vínculo entre una madre y un hijo está en el corazón de "Tuamore" (La nave di Teseo), palabra con la que la voz narrativa, la de Crocifisso Dentello, intenta traer el término "tumor", la enfermedad que ha marcado a su madre Carmela, conocida como Melina. Madre vital y extrovertida, gran aficionada al fútbol y autora de numerosas bromas telefónicas, personalidad vivaz que afronta con ironía los días, incluso los dolorosos de la enfermedad.
    El diálogo póstumo del autor con Melina es necesario para lidiar con el dolor y contar el agradecimiento, el amor y los buenos recuerdos que ella le dejó. (ANSA).