Si bien Benedicto XVI dio un importante testimonio a la Iglesia, incluso dejando su ministerio porque ya no se sentía con fuerzas para continuar, este no puede convertirse en un camino que todos deban seguir.
"Es cierto que escribí mi renuncia dos meses después de la elección y le entregué esta carta al cardenal Bertone. No sé dónde está esta carta. Lo hice por si tengo algún problema de salud que me impida ejercer mi ministerio y no estar plenamente consciente para poder renunciar", admitió el pontífice dirigiéndose a un grupo de jesuitas en su reciente viaje a Africa.
"Esto, sin embargo, no significa en absoluto que los Papas renunciantes deban convertirse, digamos, en una 'moda', una cosa normal", agregó.
Francisco reiteró que "Benedicto tuvo el coraje de hacerlo porque no tenía ganas de seguir por su salud".
"Por el momento, no tengo esto en mi agenda. Creo que el ministerio del Papa es ad vitam. No veo ninguna razón por la que no debería ser así. Piensen que el ministerio de los grandes patriarcas es siempre de por vida. Y la tradición histórica es importante. Si, por el contrario, escuchamos el 'parloteo', bueno, ¡entonces deberíamos cambiar de Papa cada seis meses!", insistió.
Palabras, éstas, que no sólo confirman su voluntad de seguir adelante, a pesar de algunos problemas de salud. Pero también pusieron un corte, de hecho, a la hipótesis de la uniformización de la figura del Papa emérito, como circulaba en el pasado.
Si se trata de una decisión excepcional, esto es lo que se desprende de las palabras de Francisco, no habría necesidad de fijar reglas en el futuro inmediato.
Y, por otro lado, él mismo, en entrevistas recientes, confirmó que en la hipótesis de la renuncia tomaría decisiones diferentes a las de Benedicto: no se quedaría en el Vaticano, pero "quizás" se mudaría a Letrán como obispo emérito de Roma. Y en todo caso, le gustaría seguir confesándose y visitando a los enfermos.
Sin embargo, "no se me pasó por la cabeza", repite claramente refiriéndose a su dimisión.
En cuanto a la carta de renuncia en caso de problemas de salud, ya entregada a la Secretaría de Estado, el Papa Francisco recordó que "incluso Pío XII escribió una carta de renuncia en caso de que Hitler se lo llevara a Alemania. Entonces dijo que capturarían a Eugenio Pacelli y no al Papa". (ANSA).
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