(ANSA) "Comprométanse en seguir participando", fue la petición que dirigió el papa Francisco a los rectores, docentes, estudiantes y personal de las Universidades e Instituciones Pontificias Romanas, recibidos esta mañana en audiencia en el aula Pablo VI.
"La universidad es la escuela del acuerdo y de la consonancia entre las voces y los diversos instrumentos -subrayó-.
"Esta armonía pide ser cultivada, antes que nada, por ustedes mismos, entre las tres inteligencias que vibran en el alma humana: la de la mente, la del corazón y la de las manos, cada una con su sello y carácter, y todas necesarias", observó el pontífice.
"En la custodia de la armonía interior -prosiguió-, los invito a 'seguir participando' también entre los distintos componentes de vuestras comunidades, y entre las varias instituciones que representan".
En el transcurso de los siglos, "la generosidad y la clarividencia de muchas órdenes religiosas, inspiradas por sus carismas, enriquecieron a Roma de un número notable de Facultades y Universidades".
Hoy, "también frente a un menor número de alumnos y docentes, esta multiplicidad de polos de estudio corre el riesgo de perder energías preciosas", aseveró. "En lugar de favorecer la transmisión de la alegría evangélica, del estudio, de la enseñanza y la búsqueda, amenaza, a veces, ralentizarla y cansarla", prosiguió Francisco.
"Debemos tomar consciencia -exhortó el Papa-. Especialmente luego de la pandemia de Covid-19, urge encaminar un proceso que lleve a una sinergia efectiva, estable y orgánica entre las instituciones académicas, para mejor honrar los objetivos específicos de cada una y favorecer la misión universal de la Iglesia. Y no pelear entre ustedes para tener un alumno o una alumna más".
"Los invito, por lo tanto, -agregó-, a no conformarse con soluciones a corto plazo, y a no pensar en este proceso de crecimiento simplemente como una acción 'de defensa', a veces a enfrentar la baja de los recursos económicos y humanos. Debe verse, más bien, como un empuje hacia el futuro, como una invitación a tomar los desafíos de una época nueva de la historia".
"La de ustedes es una herencia riquísima -recordó Francisco- que puede promover una vida nueva, pero que también puede inhibirla, se convierta demasiado en autorreferencial. Si desean que tenga un futuro fecundo, su custodia no puede limitarse al mantenimiento de lo recibido: debe abrirse a desarrollos corajudos y, si es necesario, además inéditos".
"Los aliento a iniciar lo más pronto posible un confiado proceso en esta dirección, con inteligencia, prudencia y audacia", concluyó. "El Dicasterio para la Cultura y la Educación, con mi mandato, los acompañará en este camino".
(ANSA).