También hay algunas chicas entre ellos.
El Papa, que se movía con dificultad, realizó el rito con una gran sonrisa y saludó uno a uno a los jóvenes elegidos para este rito en la prisión de Casal del Marmo.
"Jesús sabe lo que hay en nuestro corazón y nos ama tal como somos y nos lava a todos los pies. Jesús nunca tiene miedo de nuestras debilidades, quiere llevarnos de la mano para que la vida no se nos haga tan dura", dijo el Papa en la homilía que pronunció improvisadamente durante la misa en el penal de menores de Casal del Marmo.
"Si escucháramos a Jesús, la vida sería tan hermosa. Nos apresuraríamos a ayudarnos unos a otros. En lugar de cómo la gente inteligente nos enseña a perjudicarnos, a aprovecharnos unos a otros. Es tan lindo ayudarse unos a otros, a darse la mano, son gestos humanos universales porque nacen de un corazón noble", expresó Jorge Bergoglio.
"Jesús con este gesto -dijo el Papa refiriéndose al lavatorio de los pies- quiere enseñarnos la nobleza del corazón".
Los doce jóvenes presos que participaron en el ritual del lavatorio de pies, realizado por Francisco en la prisión de menores de Casal del Marmo, fueron diez hombres (5 adultos y 5 menores) y dos mujeres (una adulta y una menor). Entre ellos, dos niños de origen sinti, uno croata, uno musulmán de Senegal, uno rumano y uno ruso. (ANSA).
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