"Me gustaría decir a todos, con alegría en mi corazón: feliz Pascua a todos": así envió el pontífice sus mejores deseos desde la Logia de las bendiciones.
"Sea para cada uno de ustedes, queridos hermanos y hermanas, especialmente para los enfermos y los pobres, para los ancianos y para los que atraviesan momentos de prueba y esfuerzo, un paso de la tribulación al consuelo", dijo.
El Papa concluyó su mensaje Urbi et Orbi repitiendo tres veces las palabras de Cristo que se apareció a los discípulos después de su resurrección: "La paz sea con vosotros".
El Papa, como siempre sucede en Semana Santa, concedió entonces una indulgencia plenaria a los presentes en la Plaza San Pedro y a los conectados por los medios de comunicación con el mensaje Urbi et Orbi.
El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica recuerda que "las indulgencias son la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados ya perdonados", es decir, ya confesados. (ANSA).
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