(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO - El papa Francisco volvió hoy a hacer un llamamiento para el fin de la guerra en Ucrania, en el Regina Coeli, con la oración que sustituye al Angelus en este tiempo litúrgico.
"Perseveremos en invocar el don de la paz para el mundo entero, especialmente para la querida y atormentada Ucrania", dijo el pontífice.
En el mensaje Urbi et Orbi del día de Pascua, la preocupación por Ucrania estaba en primer plano y Francisco había orado de la siguiente manera: "Ayuda al amado pueblo ucraniano en su camino hacia la paz, e ilumina al pueblo ruso.
Conforta a los heridos, a los que han perdido a sus seres queridos en la guerra y garantiza que los prisioneros puedan regresar a salvo con sus familias. Abre los corazones de toda la comunidad internacional para trabajar para poner fin a esta guerra y todos los conflictos que causan derramamiento de sangre en el mundo".
Entre los demás conflictos está el de israelíes y palestinos por el que el Papa ha expresado "preocupación", incluso después del atentado en Tel Aviv en el que perdió la vida el italiano Alessandro Parini.
Y si el Papa Francisco es el líder mundial que ha lanzado repetidas veces llamamientos por lo que define como la tierra "maltratada", la decisión de colocar a un joven ucraniano y a un niño ruso bajo la misma cruz en el Vía Crucis del Coliseo, volvió a provocar una reacción de Kiev.
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko, expresó la "decepción" del gobierno de Kiev.
También el arzobispo católico de la diócesis de Kiev-Zhytomyr, Vitaliy Krivitskiy, subrayó: "Es difícil y doloroso para nosotros pensar que nosotros, los ucranianos y los rusos estamos en el mismo barco".
Sin embargo, la diplomacia de la Santa Sede insiste en la necesidad de dialogar con todos. Es también en esta perspectiva que el Papa se prepara ahora para su viaje a Budapest a fin de mes.
Se trata de una visita al pueblo húngaro, pero también una nueva oportunidad para intentar establecer redes, teniendo en cuenta que el primer ministro, Viktor Orban, es sin duda el líder europeo más cercano al Kremlin.
Francisco se prepara, por tanto, para el próximo viaje apostólico, después de haber "superado", y aparentemente en buena forma, los fatigosos ritos de la Semana Santa, iniciados tras una hospitalización en Gemelli que suscitó cierta preocupación.
Aparte de la renuncia a asistir al Vía Crucis en el Coliseo, debido a un día particularmente frío en Roma, Francisco continuó todas las celebraciones desde el Domingo de Ramos hasta el Urbi et Orbi del domingo.
Realizó el rito del lavatorio de pies en la cárcel de Casal del Marmo e impartió personalmente ocho bautizos la noche de Pascua.
Por no hablar de los largos viajes en papamóvil para saludar a los numerosos fieles presentes en las celebraciones en la Plaza de San Pedro. Hoy en el Regina Coeli agradeció a todos los que le enviaron "expresiones de buenos deseos en los últimos días".
"Agradezco especialmente las oraciones", expresó.
A continuación, hizo un llamamiento para consolidar la paz en Irlanda, en el vigésimo quinto aniversario de los acuerdos del "Viernes Santo". (ANSA).
Francisco vuelve a pedir por la paz en Ucrania
Rezo del Regina Coeli. Kiev protesta por el Vía Crucis.