(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO - La operación a la que se somete hoy en el Policlínico Gemelli llega para el Papa Francisco en un buen panorama general de salud para un hombre de 86 años, aunque en su vida ha tenido problemas de carácter sanitario, como la operación de pulmón a la que se sometió de niño, el ciático recurrente y, hace un par de años, la operación de cataratas.
-Operación del pulmón: A los 21 años, a raíz de una neumonía grave, a Jorge Mario Bergoglio le extirparon el lóbulo superior del pulmón derecho en Buenos Aires a causa de tres quistes.
Por ese motivo, los expertos vaticanistas lo habían excluido de la lista de candidatos elegibles durante el Cónclave de su elección en 2013. Francisco habló de ese "momento difícil", de 1957, con el periodista y médico argentino Nelson Castro en el libro "La salud de los Papas".
"Cuando me recuperé de la anestesia, el dolor que sentí fue muy intenso", dijo. "No es que no me preocupara, pero siempre tuve la creencia de que sanaría".
Destacó que la recuperación fue completa: "Nunca he sentido ninguna limitación en mis actividades". Incluso en los diversos viajes internacionales -observó- "nunca he tenido que limitar o cancelar" ninguna de las actividades previstas. "Nunca he experimentado fatiga o falta de aire".
-Scialtalgia: Un problema recurrente para Bergoglio. Es el dolor debido a la inflamación del nervio ciático, que le dificulta, a veces de manera muy visible, incluso caminar o, como se sabe, limita su capacidad para arrodillarse. Un brote de ciática también lo obligó a renunciar en algunas ocasiones a celebraciones en la basílica de San Pedro.
-Operación de catarata: Durante 2019, en el más absoluto secreto, Francesco se sometió a una pequeña operación de catarata en los ojos. La misma se realizó en la Clínica Pío XI de Roma. Así terminó, tras más de un año de rumores y desmentidos, el misterio de la pequeña operación a la que se suponía que debía someterse el Pontífice. Nada exigente, pero aun así fue una operación que se hizo necesaria debido a la edad. Fue el mismo Bergoglio quien lo había anunciado el año anterior mientras visitaba la prisión de Regina Coeli.
-Gonalgia: Francisco sufre desde hace más de un año una tenaz y persistente "gonalgia", un dolor en la rodilla derecha, debido a un problema de ligamentos, que también le obliga a abandonar eventos y a moverse con dificultad, no poder estar de pie durante mucho tiempo, usar el andador, el bastón y, a menudo, moverse incluso en una silla de ruedas.
Desde hace un tiempo, el Pontífice se limita a "presidir" misas y celebraciones, tanto en San Pedro, en la basílica o en la plaza, como en los viajes, mientras un cardenal oficia siempre en su nombre en el altar.
-Infección pulmonar: En marzo de este año, Francisco fue hospitalizado en el hospital Gemelli por una infección pulmonar leve, una bronquitis que, comprobada por un TAC de corazón y pulmones, no produjo derrames. La hospitalización cayó cerca de los ritos pascuales. La estadía fue breve: ingresó el 29 de marzo y salió del Gemelli el 1 de abril a tiempo para estar en la Plaza de San Pedro para la misa del Domingo de Ramos, que da inicio a los ritos de la Semana Santa. (ANSA).
La salud del Papa, del pulmón al ciático
Buen panorama general de salud para un hombre de 86 años