Hoy, casi un año después, ha llegado la sentencia de la corte vaticana que condena a Ester Goffi y Guido Viero, los dos activistas que pegaron materialmente sus manos a la base del famoso grupo escultórico, a 9 meses de prisión en forma condicional.
Se los acusa de daño agravado, delito por el que también tendrán que pagar una multa de 1.500 euros.
Sin prisión, solo con una multa de 120 euros (como para los otros dos acusados), recibió la tercera activista involucrada en el juicio del Vaticano, Laura Zorzini, quien filmó y publicó los videos de la acción durante la acción.
La joven está acusada de transgredir "una orden legalmente dictada por la autoridad competente" al negarse a ser acompañada a la sede de la Gendarmería vaticana.
En el último debate en la sala del Vaticano, la abogada de la parte civil, Floriana Gigli, subrayó en repetidas ocasiones el daño permanente causado por el bombardeo ambiental sobre la estatua del Laocoonte, mientras que la defensa reiteró que la intención de sus clientes no era dañar el monumento, como confirma el tipo de pegamento que utilizaron.
En apoyo a las acusaciones llegaron las palabras del promotor de justicia que antes de la sentencia había pedido una pena de 2 años y 5 meses para Guido Viero, 2 años para Ester Goffi y un mes para Laura Zorzini. Además, también se solicitó una multa de 3.000 euros para los dos primeros.
El presidente del tribunal, Giuseppe Pignatone, aceptó parcialmente las peticiones de la fiscalía, reduciendo las multas a la mitad y reduciendo las penas en casi un tercio.
Viero y Goffi, sin embargo, también tendrán que pagar una indemnización por daños y perjuicios a favor de la Gobernación vaticana por un total de 28.148 euros, a los que hay que sumar 1.000 euros por las costas judiciales de la parte civil.
En agosto de 2002, las imágenes de los activistas de Ultima Generación con las manos 'pegadas' al Laocoonte, una de las estatuas más famosas de los Museos Vaticanos y que data del año 40 a.C., dieron la vuelta al mundo.
Varias veces los demandados se han defendido, en audiencias pasadas, alegando que no querían dañar la obra. "Habíamos obtenido información sobre el pegamento, nos dijeron que se quita fácilmente con acetona -se defendió Viero en la sala.
Absolutamente no pensamos que causaríamos daño". (ANSA).
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