"Es fácil caer en la retórica cuando se habla de los pobres.
También es una tentación insidiosa detenerse en estadísticas y números. Los pobres son personas, tienen rostros, historias, corazones y almas. Son hermanos y hermanas con sus fortalezas y debilidades, como todos, y es importante entablar una relación personal con cada uno de ellos", dijo el pontífice en el mensaje que envió con motivo del VII Día Mundial de los Pobres que este año se celebra el 19 de noviembre.
En su mensaje, Jorge Bergoglio recuerda repetidamente que "todos son nuestros prójimos".
"No importa el color de la piel, la condición social, el origen... Si soy pobre, puedo reconocer quién es realmente el hermano que me necesita -escribe-. Estamos llamados a encontrarnos con cada pobre persona y toda clase de pobreza, sacudiéndose la indiferencia y la obviedad con que escudamos un ilusorio bienestar".
Hoy, subraya Francisco, "se tiende a pasar por alto todo lo que no entra dentro de los modelos de vida destinados sobre todo a las generaciones más jóvenes, que son las más frágiles ante el cambio cultural en curso".
"Se pone entre paréntesis lo que es desagradable y provoca sufrimiento, mientras se exaltan las cualidades físicas como si fuesen la meta principal a alcanzar", insistió.
Luego, se refirió a la realidad virtual que, dijo, "se apodera de la vida real y cada vez es más fácil que los dos mundos se confundan".
"Los pobres se convierten en imágenes que pueden emocionarte por unos instantes, pero cuando se encuentran en carne y hueso en la calle entonces el fastidio y la marginación se apoderan de ti. La prisa, compañera cotidiana de la vida, impide detenerse, rescatar y cuidar al otro".
Para concluir, el Papa invita a las instituciones a "cumplir bien su deber" porque "quien vive en condiciones de pobreza también deben ser involucrado y acompañado en un proceso de cambio y responsabilidad". (ANSA).
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