Africa es el continente más atacado.
"La libertad religiosa no es un derecho de segunda clase, no es una libertad que viene después de otras o que incluso puede ser olvidada en beneficio de las llamadas nuevas libertades o derechos", dijo la premier italiana, Giorgia Meloni, en un mensaje de video, recordando las palabras del papa Francisco sobre el peligro de una "cortés persecución disfrazada de cultura, modernidad y progreso".
La protección de este derecho "requiere el máximo compromiso por parte de todos, de nadie excluido. Italia puede y debe dar ejemplo", aseguró.
En la misma sintonía está el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, quien subrayó que "Italia también está a la vanguardia en la promoción del compromiso de la comunidad internacional a favor de la libertad religiosa".
El director de ACS-Italia, Alessandro Monteduro, ilustró los datos del Informe, subrayando que "la persecución por odio a la fe ha empeorado en general, y la impunidad de los perseguidores es más generalizada".
De los 61 países donde sustancialmente no existe pleno derecho a practicar la propia fe, 49 son aquellos en los que el gobierno persigue a sus ciudadanos por motivos religiosos, con poca reacción de la comunidad internacional.
Son 28 los estados más peligrosos del mundo para practicar libremente la religión. El número total de cristianos que viven en tierras de persecución es igual a más de 307 millones de fieles.
"La impunidad se ha convertido en una constante en todo el mundo y en 36 países los agresores rara vez, o nunca, son procesados ;;por sus crímenes", reza el Informe de la ACS que este año también incluye por primera vez a Nicaragua entre los países con mayores índices de violaciones.
Casi la mitad de los "países calientes", aquellos donde se opone la libertad de fe, es decir, 13 de 28, están en Africa.
China y Corea del Norte siguen siendo los dos países asiáticos con el peor historial de violaciones de derechos humanos, incluida la libertad religiosa.
El Informe de la ACS también presta atención a la India, donde los niveles de persecución van en aumento. Los incidentes de conversiones religiosas forzadas, secuestros y violencia sexual no han disminuido, como es el caso de Pakistán.
Por último, el reporte también denuncia "los crecientes límites a la libertad de pensamiento, conciencia y religión en los países que pertenecen a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Occidente ha pasado de un clima de "persecución cortés" a una "cultura de anulación generalizada", subraya el Informe, citando entre los casos los de Finlandia, Canadá y Reino Unido.
(ANSA).
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