(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, por Manuela Tulli - Los desastres que han afectado a Italia, desde incendios hasta tormentas, no son una fatalidad, así lo afirma la Iglesia que en los últimos días ha vuelto a pedir medidas para prevenir eventos de este tipo.
Hoy ha llegado un mensaje de cercanía del Papa Francisco a las poblaciones de Italia y Grecia afectadas en los últimos días por las consecuencias del mal tiempo.
Incluso el Osservatore Romano dedica la apertura de la portada a la emergencia climática con el titular: "Ebullición global".
El presidente de los obispos italianos, agradeciendo al Papa su cercanía a las personas que han sufrido enormes pérdidas y daños, subrayó que "como siempre, se revelan debilidades y complicidades". "No podemos creer fatalistamente que todo irá bien -subraya el cardenal Zuppi- sin optar por la defensa del territorio. Estamos llamados a preservar la casa común con un compromiso compartido de cuidar la Tierra para defender la vida de cada persona y permitir a quien venga después de nosotros".
Este es un mensaje que refrenda las preocupaciones que ya habían expresado los obispos de las regiones afectadas. "Lo que ha pasado en estos días es el resultado final de décadas de decisiones, elecciones, gestos, omisiones", dijo ayer el arzobispo de Palermo, Corrado Lorefice, tras visitar la iglesia de Santa Maria di Gesù, incendiada con los restos de San Benedetto el Moro.
"La responsabilidad de este desastre ciertamente recae en quienes han tenido en sus manos los asuntos públicos, en la política, en nuestros cracks educativos", denunció Lorefice.
En la misma línea, las palabras del presidente de la Conferencia Episcopal de Calabria, monseñor Fortunato Morrone, arzobispo metropolitano de Reggio Calabria-Bova. En nombre de todos los obispos calabreses, condenó como "criminales" los actos que asolan "nuestros territorios causando víctimas".
También ha llegado un llamamiento de las iglesias de Calabria al gobierno para que se haga cargo de los que han sufrido pérdidas: "El gobierno interviene con fondos extraordinarios para apoyar a los que, a causa de los incendios, han perdido mucho o todo. Como pasó con los inundaciones que han afectado al Nordeste en los últimos meses, del mismo modo conviene que desde Roma llegue el apoyo adecuado para quienes han sufrido daños a causa de los desastres naturales". (ANSA).