(ANSA) LISBOA - El aborto y la eutanasia, la cultura del descarte, el llamado a ayudar siempre a los demás, el dolor de la guerra, fueron algunos de los temas que se abordaron durante el almuerzo que el Papa tuvo en la Nunciatura con diez jóvenes que participan en Lisboa de la Jornada Mundial de la Juventud.
Compartieron la mesa con Francisco tres jóvenes de Portugal, uno de Perú, uno de Filipinas, y chicas de Guinea Ecuatorial, Estados Unidos, Palestina, Colombia y Brasil.
"Alégrense siempre porque los santos son felices, no hay santo triste", dijo el Papa a los jóvenes, según relataron ellos mismos. Luego, en lenguaje futbolístico, dijo que hay que ser "porteros de la vida" para salvar los goles de las injusticias de la vida.
Francisco volvió a hablar sobre los ancianos y los abuelos y la relación entre generaciones, y sobre la necesidad de mirar la vida con alegría y esperanza, superando el malestar que la Covid ha traído a los jóvenes en cuanto a las relaciones.
Pasta, carne, helado fue el menú del almuerzo, que no incluyó el célebre "pastel de nata", el postre típico de Lisboa, que el Papa ha dicho que quiere probar antes de dejar la ciudad.
Sebastiano, un portugués de 28 años, relata la frase que más le ha marcado: "La fe puede ser impopular, pero siempre es coherente".
María Magdalena, de 31 años, de Guinea Ecuatorial, comentó que "ha sido el mejor almuerzo de mi vida, no por lo que comí, aunque me guste comer, sino por la compañía" y explicó que le tocó sentarse junto a Francisco.
Y cuando le preguntaron qué habló con él durante el almuerzo, respondió con una sonrisa: "No puedo decirlo: no es un secreto de Estado, sino un secreto del corazón". (ANSA).
El Papa habló con jóvenes de aborto y eutanasia
Almorzó con diez asistentes a la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa.