La Iglesia también tendrá que "resguardar la memoria de Elisa", convirtiéndose en "un lugar de oración silenciosa", se informó.
Elisa Claps desapareció el 12 de septiembre de 1993 y su cadáver fue encontrado el 17 de marzo de 2010, emparedado en el techo de la iglesia de la Santísima Trinidad de la localidad de Potenza.
La joven fue asesinada por Danilo Restivo.
Pero la inminente reapertura de la iglesia sigue dividiendo a la ciudad.
"Estamos agradecidos con el Santo Padre", dijo la familia Claps; "sin embargo, la decisión final recae en la comunidad: los ciudadanos de Potenza elegirán escuchar la palabra de Dios en ese templo".
Las polémicas se registraron especialmente a través de las redes sociales, con varias personas que ya anunciaron su intención de organizar protestas con motivo de la reapertura, al final de extensos trabajos de renovación, que ya llegaron a su fin.
En los últimos días, el Pontífice escribió y envió dos cartas: una dirigida al arzobispo de Potenza, monseñor Salvatore Ligorio, la otra a Filomena Iemma, "madre Filomena" para todos los que siguen la historia de Elisa desde hace 30 años, sobre quien a finales de octubre se contará su historia en una ficción Rai.
A monseñor Ligorio (que el próximo mes de octubre debe cerrar su mandato como obispo de Potenza, iniciado en enero de 2016), Francisco le expresó "gratitud por lo que me confió sobre la trágica historia de la joven Elisa Claps, que marcó con una herida imborrable en la historia de la ciudad".
Y el argentino Jorge Mario Bergoglio subrayó también que "la comunidad diocesana está llamada a ofrecer su cercanía a la familia de la niña, ofreciéndoles una presencia tierna y discreta, una escucha amorosa y un diálogo atento, para que el compromiso común de sobrellevar la prueba y la oración confiada favorezcan caminos de reconciliación y sanación".
Palabras que "una vez más sorprenden y consuelan" a la familia Claps, que atraviesa "un momento emocionalmente agotador. Agradecemos al Santo Padre porque -escribió Gildo, el hermano de Elisa en un comunicado- sigue mostrándonos cercanía y cariño y recibimos su carta con gratitud".
El Papa, recordó Gildo Claps, "ya ;;se había contactado telefónicamente con mi madre en enero de 2014, demostrando cercanía y participación incluso en esa circunstancia".
En cuanto a la reapertura de la iglesia "en cuyo recinto estuvo escondido el cuerpo de Elisa durante 17 años", sin embargo, la familia "no puede hacer más que dejar constancia de la decisión tomada por la Curia. No nos corresponde a nosotros establecer el destino de esa iglesia", como en cambio lo hicieron otros por la suerte de Elisa".
"Reiteramos, una vez más, que la reconciliación pasa por una asunción de responsabilidad y disculpas respecto a los tantos silencios y omisiones que precedieron y siguieron al hallazgo de los restos de Elisa Sin arrepentimiento - concluyó el Claps familia - no puede haber remisión". (ANSA).
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