(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO - El video mensaje del papa Francisco con intenciones de oración para el mes de septiembre está dedicado a las personas que viven al margen de la sociedad. "Una persona sin hogar que muere en la calle nunca aparecerá en las primeras páginas de los buscadores de Internet ni en las noticias.
"Cómo podemos permitir que la 'cultura del descarte', en la que millones de hombres y mujeres no valen nada en comparación con el beneficio económico, cómo podemos permitir que esta cultura domine nuestras vidas, nuestras ciudades, nuestro modo de vida? Cuello rígido, a fuerza de mirar para otro lado para no ver esta situación", bramó el Santo Padre.
Luego lanzó un llamamiento: "Por favor, dejemos de invisibilizar a quienes están marginados de la sociedad, por razones de pobreza, adicción, enfermedad mental o discapacidad.
Centrémonos en acoger. En acoger a todas las personas que necesitan".
El Papa Francisco llama a la "cultura de la acogida, de la hospitalidad, de dar techo, de dar cobijo, de dar amor, de dar calor humano. Rezamos para que las personas que viven al margen de la sociedad, en condiciones de vida inhumanas, no sean olvidados por las instituciones y nunca son considerados desperdicio", concluye el Papa.
En tanto, en un mensaje a los empresarios franceses, subrayó que "los tiempos que vivimos no son fáciles para nadie y el mundo empresarial también está sufriendo, y a veces mucho; por varias razones, entre ellas esta guerra sin sentido y, antes los años tan difíciles de la pandemia".
"Los empresarios sufren cuando su negocio sufre, y sufren mucho cuando la empresa fracasa y tiene que cerrar. Los medios de comunicación -señaló el Papa- dicen poco sobre las dificultades y el dolor de los empresarios que cierran sus negocios y quiebran sin su culpa".
Entonces instó a los empresarios franceses a crear empleos.
"Hoy en día, una herramienta cada vez más importante para participar en el Bien Común es la creación de empleo, empleo para todos, especialmente para los jóvenes: ten fe en los jóvenes: ellos lo necesitan y tú lo necesitas. Cada nuevo empleo creado es una riqueza compartida, que no acaba en los bancos que producen intereses financieros, sino que se invierte para que nuevas personas puedan trabajar y hacer su vida más digna", subrayó Jorge Bergoglio.
El Pontífice destacó el valor del trabajo: "Si es cierto que el trabajo ennoblece al hombre, es aún más cierto que son los hombres los que ennoblecen el trabajo. Nosotros, no las máquinas, somos el verdadero valor del trabajo".
"El empresario es también un trabajador. Vive del trabajo y sigue siendo empresario mientras trabaja. Cuando el empresario deja de trabajar, se convierte en especulador, vive de sus ingresos y cambia de trabajo", completó. (ANSA).
Papa: "Basta de indiferencia, millones de invisibles"
El Sumo Pontífice protesta contra la "cultura del descarte"