Y prosiguió el cardennal: "Esta visita lleva consigo el llamado a respetar a todos los países, pequeños o grandes, a observar el derecho internacional, a renunciar al principio de la fuerza para resolver disputas, a construir relaciones de colaboración, solidaridad y fraternidad entre vecinos y con todos los países del mundo".
Sobre el hecho de que Mongolia tiene frontera con China y si se está estudiando un viaje del Papa a la República Popular China, aunque no a corto plazo, deslizó que "todo el mundo sabe el interés que el Papa Francisco tiene por China".
"Y con respecto a la cuestión, puedo decir que existe en el corazón del Santo Padre este gran deseo, un deseo completamente comprensible que ya ha manifestado públicamente varias veces, de viajar a ese noble país, tanto para visitar a la comunidad católica como para alentar el camino de la fe y de la unidad, y encontrarnos con las autoridades políticas con las que la Santa Sede ha entablado desde hace tiempo un diálogo, con la confianza de que, a pesar de las dificultades y obstáculos del camino, precisamente por el camino del diálogo y encuentro, más que a través del enfrentamiento ideológico, podamos lograr frutos de bien para todos", completó. (ANSA).
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