Vaticano

Zuppi, la guerra es un "incendio terrible"

Audaz es el humilde pacificador que siembra donde hay división

Redazione Ansa

(ANSA) - BERLINO, 12 SET - El cardenal Matteo Zuppi afirmó hoy que "la guerra es un fuego terrible, que no respeta a nadie, pero un corazón en paz puede apagarlo y hacer crecer la paz." Lo afirmó antes de partir hacia China, como enviado de paz del Papa, en su meditación sobre la oración de las Iglesias cristianas en la ceremonia final en Berlín del Encuentro internacional de la Comunidad de Sant'Egidio "La audacia de la paz".
    "Audaz es el humilde pacificador, que la siembra donde hay división, ignorancia, violencia - afirmó -. Audaz es el que no cede a la guerra y lava los pies de aquellos a quienes nadie ama, de aquellos que misteriosamente tienen nada atractivo en ningún sentido, a los ojos de nadie, a los ojos de tantos heridos por el mal. Sin pedir nada." Zuppi también invocó: "¿Cuándo comienza este tiempo de paz, que parece un sueño imposible para un mundo atravesado por la pandemia de la guerra, que acepta que se vacíen los graneros y se llenen los arsenales que lo destruyen? ¿Cuándo llegará este tiempo para aquellos que luchan en una trinchera ucraniana o en la Siria olvidada, por los que están abandonados en la desesperación del desierto, sin caminos y sin agua o en la inmensidad del mar expuestos a la fuerza de las aguas sólo en su angustia? ¿Llega que es robado por tanta indiferencia, por complicidades antiguas y recientes, con la violencia que parte siempre de prejuicios e ignorancia que se apoderan del corazón y de la mente y que inevitablemente termina armando las manos?".
    Y agregó: "¿Llegará algún día este momento si desperdiciamos tantas oportunidades de cambio, seducidos por el individualismo que nos hace creer que estamos bien mientras buscamos la felicidad individual, si nos llenamos de preocupaciones inútiles, como si quedarnos solos fuera suficiente para encontrar la paz? ¿Llegará algún día si pensamos que podemos tener que curar primero nuestras heridas, considerándonos siempre demasiado débiles sin nunca comenzar a trabajar con humildad al servicio de los hermanos menores de Jesús? (ANSA).
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