Por eso, en la homilía de la misa en la Basílica de San Pedro, el Pontífice invitó a tener "coraje" para ir a buscar la pobreza escondida y compartir, con los menos afortunados, los "talentos", es decir, los dones recibidos de Dios.
"¿Se encuentra con las manos abiertas o con las manos cerradas para conseguir más?", preguntó Francisco, mirando hacia el día del Juicio.
En la Basílica del Vaticano, durante la misma del papa Francisco, hubo muchas personas que viven al margen: personas sin hogar, refugiados, personas en dificultades económicas, con ellos se encuentran los numerosos voluntarios que cada día asumen el sufrimiento de los más pobres, como la comunidad de San Egidio y Cáritas.
Eventos similares se celebraron hoy en todas las diócesis del mundo.
La Jornada Mundial de los Pobres está en su séptima edición.
Un evento fuertemente deseado por el papa Francisco para arrojar luz sobre las realidades que luchan, por falta de trabajo, porque viven en zonas de guerra, porque no pueden escapar de la trampa de la pobreza. Pero también hay algunas realidades "pobres" porque están situadas al margen de la sociedad.
Entre ellos también los 40 transexuales que el Pontífice quiso invitar al almuerzo celebrado en el Aula Pablo VI. Una auténtica fiesta con alrededor de 1.200 personas, organizada por el Dicasterio para la Caridad, dirigido por el cardenal Konrad Krajewski.
El Papa por ello invitó a pensar "en las múltiples formas materiales, culturales y espirituales de pobreza en nuestro mundo, en las vidas heridas que habitan nuestras ciudades, en los pobres que se volvieron invisibles, cuyo grito de dolor es sofocado por la indiferencia general".
"De una persona ocupada y distraída. Pensemos en los que están oprimidos, cansados, marginados, en las víctimas de las guerras y en los que abandonan su tierra, arriesgando su vida; en los que están sin pan, sin trabajo y sin esperanza", resaltó en la homilía.
En el Angelus, Jorge Bergoglio reiteró, en cambio, su llamamiento a la paz en Oriente Medio y en todos los países en conflicto: "Sigamos rezando por la atormentada Ucrania" y "por los pueblos de Palestina e Israel". La paz es posible, hace falta buena voluntad. La paz es posible, no nos resignemos a la guerra. Y no olvidemos que la guerra, siempre, siempre, es una derrota. Solo ganan los fabricantes de armas". (ANSA).
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