Vaticano

Francisco critica la precariedad laboral que enrentan los jóvenes

Solo una sucesión de "prácticas, pasantías, trabajos ocasionales y temporales".

La precariedad laboral compromete desarrollar un proyecto de vida.

Redazione Ansa

(ANSA) CIUDAD DEL VATICANO - El Papa Francisco renovó hoy su llamamiento a un cese del fuego en Gaza, pidió no olvidarse del sufrimiento de la atormentada Ucrania, al cabo de la audiencia general de los miércoles.
    "Continúo siguiendo el conflicto en Israel y Palestina con gran preocupación y dolor. Renuevo mi llamamiento a un cese del fuego humanitario inmediato. Hay mucho sufrimiento allí", afirmó Francisco tras la audiencia.
    "Animo a todas las partes implicadas a reanudar las negociaciones, y pido a todos un compromiso urgente para hacer llegar la ayuda humanitaria a la población de Gaza, que está al límite del agotamiento y tiene verdadera necesidad", agregó.
    El Papa pidió "que sean liberados inmediatamente todos los rehenes que habían visto una esperanza en la tregua de hace unos días. Y que termine este gran sufrimiento para israelíes y palestinos. Por favor, no a las armas, sí a la paz".
    El Pontífice también tuvo palabras para la guerra en Ucrania: "no olvidemos pedir el don de la paz para los pueblos que sufren a causa de la guerra, especialmente para la atormentada Ucrania, y para Israel y Palestina".
    Antes, al recibir a delegados de la Asociación Cristiana de Trabajadores Italianos (ACLI), Francisco destacó que la palabra "trabajo" evoca "un sentimiento de vacío" porque "hoy, por desgracia, evoca a menudo la falta del mismo, y esto representa una grave herida a la dignidad de tantas personas".
    "Pero también se hiere la dignidad -continúa el Papa- cuando el trabajo no es suficientemente estable y compromete proyectos y opciones de vida, como la creación de una familia y el deseo de tener hijos".
    "Este 'vacío del trabajo' es como un suelo que se posa bajo los pies, obligando a caminar en precario equilibrio: ¿no sucede así, entre prácticas, pasantías, trabajos ocasionales y temporales? Y de nuevo: ¿cómo es posible entrar dignamente en el mundo laboral, si antes, en los años de estudio y especialización, uno se ve obligado a luchar por el derecho a un techo bajo el que dormir?", se preguntó. El Pontífice señala que "ante esta sensación de vacío, muchos, desconcertados y desmotivados, renuncian y se van a otra parte, pero esto, además de causar amargura, constituye una derrota, porque recursos no faltan y deben utilizarse para realizar sueños concretos, como el de un trabajo estable y duradero, el de una familia que formar, el de tiempo para dedicar libremente a los demás en el voluntariado".
    "Los contratos de duración determinada, los empleos tan breves que impiden planificar la propia vida, los bajos ingresos y la escasa protección parecen ser las paredes de un laberinto del que no se encuentra la salida", subrayó el Papa Francisco.
    "Queridos jóvenes, necesitan como el pan que alguien los tome de la mano y los ayude a superar esta precariedad y esta sensación de vacío, sacándolos de las arenas movedizas de la inseguridad".
    Pero además, no solo hay un "trabajo que falta", sino también un "trabajo que aplasta", advirtió Francisco en su mensaje, en el que habló de "presión constante, ritmos forzados, estrés que provoca ansiedad, espacio relacional cada vez más sacrificado en nombre del beneficio a toda costa".
    "Es el trabajo mercantilizado, que crece en nuestro contexto, dominado por un mercado cada vez más acelerado y complejo para ser competitivo", explicó.
    "Por no hablar de "algunas perspectivas sombrías que acechan en el fondo: la de la ilegalidad, vía de escape de la responsabilidad hacia el trabajo no declarado, que luego acaba tiñendo la conciencia del mismo color; la del trabajo deshumanizado, donde las tecnologías modernas, como la inteligencia artificial y la robótica, amenazan con sustituir la presencia del hombre; la, por último, cada vez más escandalosa y preocupante, de la falta de seguridad en el trabajo, efecto de la febril carrera por producir más a cualquier precio", insistió.
    "¡Cuántas víctimas hay todavía en los lugares de trabajo!", se lamentó. (ANSA).
   

Leggi l'articolo completo su ANSA.it