"El hecho de ser madre soltera no impide el acceso a la Eucaristía" y "hay que trabajar pastoralmente en la Iglesia" para superar estos prejuicios.
La cuestión de los obstáculos que a veces plantean los sacerdotes no concierne solo al país centroamericano. De hecho, el cardenal Fernández informó que "varias cartas de laicos recibidas por el Santo Padre vuelven al mismo tema. Se constata que en algunos países tanto los sacerdotes como algunos laicos impiden efectivamente a las madres que han tenido un hijo fuera del matrimonio acceder a sacramentos e incluso bautizar a sus hijos".
"Ciertamente hay situaciones difíciles que necesitan ser discernidas y acompañadas pastoralmente. Puede suceder que algunas de estas madres, dada la fragilidad de su situación, recurran a veces a vender su cuerpo para sostener a la familia.
La comunidad cristiana está llamada a hacer todo posible para ayudarlos" en lugar de "juzgarlos duramente", subrayó el Prefecto.
En efecto, "la comunidad eclesial debe apreciar el hecho de que son mujeres que han aceptado y defendido el don de la vida que llevaban en su seno y que luchan, cada día, por criar a sus hijos".
El cardenal Fernández recordó que el Papa en su mensaje al Sínodo denunció "las actitudes chauvinistas y dictatoriales de aquellos ministros que exageran en su servicio y maltratan al pueblo de Dios".
Dirigiéndose al obispo dominicano, el Prefecto indicó: "De usted depende asegurarse de que tales comportamientos no se produzcan en su Iglesia local".
El cardenal argentino, en la misma carta, recuerda una homilía de Jorge Bergoglio de septiembre de 2012, cuando aún era arzobispo de Buenos Aires: "Hay sacerdotes que no bautizan a los hijos de niñas solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio. Estos son los hipócritas de hoy. Los que han clericalizado a la Iglesia. Los que alejan al pueblo de Dios de la salvación. Y aquella pobre jovencita, que podría haber devuelto a su hijo al remitente, pero tuvo el coraje de traerlo al mundo, peregrina de parroquia en parroquia para bautizarlo", eran las palabras del futuro Papa. (ANSA).
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