(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, por Manuel Tulli - Un breve encuentro cara a cara, para intercambiar saludos navideños, pero también para confirmar la línea dura del Papa contra aquellos acusados de socavar la unidad de la Iglesia. Esta mañana, Francisco se reunió con el cardenal estadounidense Raymond Leo Burke: un encuentro que se produce después de los rumores, nunca desmentidos por el Vaticano, según los cuales el Pontífice había destituido al cardenal, líder del ala tradicionalista y uno de los principales críticos del pontificado de Jorge Bergoglio.
No hubo comentarios sobre el contenido de la audiencia privada ni del Vaticano ni del propio Burke, pero, por lo que trascendió, el Papa confirmó sus decisiones.
El pasado mes de octubre, en vísperas del Sínodo, Burke realizó un acto público para expresar toda su oposición al contenido de la reunión en el Vaticano. En el pasado, también sobre otras disposiciones de Francisco, el cardenal, junto con otros prelados, había expresado sus "dudas".
Por tanto, la brecha se está ampliando entre la Iglesia cercana a Francisco y la más conservadora que ve a Burke como uno de sus principales exponentes. Una fractura que se ha profundizado en las últimas semanas también tras la declaración "Fiducia Supplicans", el texto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, refrendado por el propio Papa, que abre la bendición a las parejas irregulares y homosexuales.
La decisión provocó reacciones y pronunciamientos oficiales de los distintos episcopados diametralmente opuestos. Los más críticos son los obispos africanos, que en muchos países han prohibido la aplicación de las nuevas disposiciones vaticanas.
Por poner un ejemplo, monseñor Martín Anwel, obispo de Karonga en Malawi, en un discurso público difundido también en YouTube dijo: "Pido perdón a todos los que se sienten ofendidos" por la decisión del prefecto Víctor Manuel Fernández.
Sin embargo, la asociación de sacerdotes católicos irlandeses acoge con los brazos abiertos las nuevas indicaciones. En Europa, las Iglesias húngara, polaca y ucraniana han expresado dudas. Los obispos alemanes, en cambio, aplauden la bendición de las parejas homosexuales.
Una división que siempre ha existido en la Iglesia aunque, quizás, no de manera tan flagrante y acentuada. Sobre este distanciamiento, respecto a las decisiones del Papa Francisco, llega el comentario del cardenal presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI). Matteo Zuppi: "Si alguien es católico y no tiene buenas relaciones con el Papa, el problema es que tal vez lo haya olvidado".
"Eres católico, creo. Con cualquier Papa, obviamente, entonces, como siempre en la vida, uno puede sentirse por la historia, por la sensibilidad, por las palabras más cercano que a otros, pero ese es siempre el Papa", sentenció. (ANSA).
Francisco ve a Burke, líder del ala más hostil
Bendición gay divide la Iglesia. Zuppi, católicos con Francisco