Gaenswein se encuentra desde el verano pasado en la diócesis de Friburgo y actualmente todavía no desempeña ningún cargo.
Con Gaenswein esta mañana en la casa del Papa estaban también las Memores Domini, las monjas laicas que cuidaron a Joseph Ratzinger en el monasterio Mater Ecclesiae hasta el final.
Fue un encuentro cordial, según trascendió, y en un ambiente más tranquilo en comparación con las tormentas del pasado. Con el libro "Nada más que la verdad", Gaenswein, que había sido destituido de su cargo de Prefecto de la Casa Pontificia, había decidido en realidad un enfrentamiento directo con Jorge Bergoglio. Luego hubo dos breves encuentros entre él y el Papa, en enero y marzo del año pasado, y luego, en el verano boreal, se produjo el traslado del exsecretario a Alemania.
l encuentro de esta mañana, con la presencia de las Memores, estuvo más vinculado a la memoria de Benedicto XVI que a cuestiones estrictamente vinculadas al futuro de Gaenswein. Sin embargo, sigue esperando poder tener un papel más operativo en la Iglesia.
El arzobispo alemán se encuentra en Roma para participar en algunos actos vinculados a la figura de Benedicto XVI a un año de su muerte. El 31 de diciembre celebró una misa en la Basílica de San Pedro durante la cual no pudo contener la emoción. En el Altar de la Cátedra, ante quinientos o seiscientos fieles (fue la anticipación de esta importante participación lo que llevó a trasladar a la basílica la celebración inicialmente prevista en las Grutas Vaticanas), Gaenswein definió a Ratzinger como "un ejemplo luminoso".
"Seguimos unidos a Benedicto XVI, sinceramente agradecidos a Dios por el don de su vida, la riqueza de su enseñanza, la profundidad de su teología y el ejemplo luminoso de este 'sencillo y humilde trabajador de la viña del Señor'", dijo Gaenswein en la homilía citando las palabras que el propio Benedicto pronunció en el momento de su elección como Pontífice.
Luego, el exsecretario participó en la conferencia en el Campo Santo Teutónico organizada por la emisora ;;Ewtn durante la cual expresó su deseo de ver algún día a Benedicto XVI canonizado y proclamado "Doctor de la Iglesia".
Ahora se espera su regreso a Friburgo. Quizás todavía tenga que esperar a que le den un nuevo encargo. (ANSA).
Leggi l'articolo completo su ANSA.it