Además, añadió también la disponibilidad declarada para una "mejora continua de las relaciones bilaterales".
El clima de distensión entre la República Popular y el Vaticano, tras los malentendidos y tensiones de los últimos años, precisamente en torno a la aplicación del acuerdo sobre nombramientos episcopales, se desprende también de las palabras del portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, hoy en la habitual rueda de prensa.
A una pregunta sobre el anuncio por parte de la Santa Sede de los tres nuevos obispos católicos chinos consagrados durante la última semana, de conformidad con el acuerdo entre el Vaticano y el gobierno chino, y sobre cuáles son las relaciones actuales, Wang Wenbin respondió: "En los últimos años, China y el Vaticano mantuvieron contactos y el acuerdo provisional firmado por ambas partes sobre el nombramiento de obispos se aplicó bien".
"China está dispuesta a impulsar la mejora continua de las relaciones bilaterales con el Vaticano, en un espíritu de respeto mutuo y diálogo igualitario", añadió el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Palabras que son música para los oídos de quienes en el Vaticano trabajan constantemente por la correcta marcha de los nombramientos episcopales en China -bajo la cuidadosa dirección del cardenal secretario de Estado Pietro Parolin y en continuo enlace con el papa Francisco- y de la asistencia pastoral a la comunidad católica local.
Y que el acuerdo provisional, cuyos detalles nunca se hicieron públicos, comenzaba a avanzar rápidamente y a dar resultados después de las dificultades y obstáculos de los últimos años, se vio en los últimos días con la ordenación en rápida sucesión de tres nuevos obispos, todos ellos con el visto bueno papal. Dos de los tres, entre otras cosas, en distritos eclesiásticos que ya no tenían obispo desde hacía 70 años. Como la diócesis de Zhengzhou, en la provincia china de Henan, donde el 25 de enero fue consagrado el nuevo obispo Taddeo Wang Yuesheng.
O como la Prefectura Apostólica de Shaowu (Minbei), en la provincia china de Fujian, para la que el miércoles, 31 de enero, fue ordenado sacerdote el nuevo obispo Peter Wu Yishun.
La otra diócesis implicada en esta secuencia, y cuya ordenación del primer obispo, Antonio Sun Wenjun, tuvo lugar el 29 de enero, es la de Weifang, en la provincia china de Shandong, recientemente creada por el Papa tras la supresión el 20 de abril de la Prefectura Apostólica de Yiduxian. (ANSA).
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