"Hay tantas mujeres desconocidas u olvidadas quienes, cada una a su modo, han sostenido y transformado familias y comunidades con la potencia de su testimonio, como lo afirma la exhortación apostólica Gaudete et exsultate.
La Iglesia, destacó Francisco, "es mujer: es hija, esposa y madre, y, "¿quién mejor que la mujer para revelarnos su rostro? Ayudémonos, sin presiones ni desgarros, sino con un atento discernimiento, dóciles a la voz del Espíritu Santo y fieles en la comunión, a encontrar caminos adecuados para que la grandeza y el papel de las mujeres sean más valorados en el Pueblo de Dios" Francisco elogió el lema del Congreso, el de las mujeres como "artífices de humanidad", porque "son palabras que recuerdan la naturaleza de su vocación: la de ser 'artesanas', colaboradoras del Creador al servicio de la vida, del bien común, de la paz".
En su discurso, el Papa destacó el papel de las mujeres, en un mundo donde siguen sufriendo tanta violencia, desigualdad, injusticias y maltratos, y una forma grave de discriminación, vinculada a su formación. "El camino hacia sociedades mejores pasa por la educación de las niñas y de las jóvenes, de la que se beneficia el desarrollo humano. Oremos y comprometámonos por ello", sostuvo.
El Papa habló solo durante el tiempo necesario para impartir la bendición, con una voz muy cansada, a menudo interrumpida por la tos. (ANSA).
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