(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO - Al final de la audiencia en la Sala Nervi de la comunidad del Bambino Gesù, el papa Francisco saludó, con gran ternura, a más de 200 niños con sus padres, atendidos en el Hospital Pediátrico, que se ubicaron en las primeras filas.
Entre ellos también los niños extranjeros procedentes de las "periferias del mundo", donde no tendrían ninguna posibilidad de atención o asistencia y, sobre todo, de escenarios de guerra que les causaron severas lesiones y los privaron de sus hogares y de sus seres queridos: Ucrania y Gaza en primer lugar.
Cada año, más de 300 pacientes son recibidos con carácter humanitario en el hospital, que también participa en proyectos de cooperación internacional en 18 países para la formación del personal sanitario y la realización de intervenciones altamente especializadas.
Al inicio de la audiencia, un grupo de 50 niños recibió al Pontífice desplegando una pancarta con el lema "Vidas que ayudan a la vida", que acompaña las diversas iniciativas que caracterizan el 2024 como el "año del don".
Después de leer su discurso, el Papa saludó también a la presidenta del Bambino Gesù Tiziano Onesti, la duquesa Maria Grazia Salviati, heredera de la familia fundadora del hospital, y los niños pacientes con sus familias.
Finalmente, un grupo de pacientes ofreció al Pontífice un canato con pensamientos escritos para él por niños y jóvenes hospitalizados en las distintas instalaciones del Bambino Gesù en las semanas previas a la audiencia.
Así lo dijo el argentino Jorge Mario Bergoglio, sentado en una silla de ruedas y aún sufriendo las secuelas de un resfriado, al inicio de la audiencia en la Sala Nervi a la comunidad del hospital pediátrico Bambino Gesù.
A continuación leyó su discurso monseñor Filippo Ciampanelli, de la Secretaría de Estado.
"Una de las expresiones más bellas que describen la misión del Bambino Gesù' es 'Vidas que ayudan a la vida'", afirmó el Papa Francisco en su discurso que hizo leer Ciampanelli.
"Es hermoso , porque habla de una misión realizada juntos, con una acción común en la que el don de cada uno encuentra su lugar", subraya.
"Queridos hermanos y hermanas, les confieso que cuando vengo a 'Bambino Gesù' tengo dos sentimientos opuestos: siento dolor por el sufrimiento de los niños enfermos y de sus padres; pero al mismo tiempo me siento una gran esperanza, viendo todo lo que allí se hace para curarlos. ¡Gracias! Gracias por todo esto. Sigan adelante con esta bendita obra".
El Papa saluda a 200 niños del Bambino Gesù
Francisco, aún con resfriado, dio para que lea su texto a monseñor Filippo Ciampanelli