Esta definición había desaparecido de la lista de títulos papales desde 2006, por orden del Papa Benedicto XVI.
Después de esa cancelación -recordó la agencia vaticana Fides-, el Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos, entonces presidido por el cardenal Walter Kasper, había emitido un comunicado en el que, entre otras cosas, se aclaraba que el título de " Patriarca de Occidente" había sido utilizado en el año 642 por el Papa Teodoro I.
Posteriormente su uso se afianzó en los siglos XVI y XVII, "en el marco de la multiplicación de los títulos del Papa" en el Anuario Pontificio que apareció por primera vez en 1863.
El término "Occidente" -prosiguió el comunicado- "no pretende describir un territorio eclesiástico ni puede utilizarse como definición de un territorio patriarcal". Por lo tanto, el título "Patriarca de Occidente" -se sugirió en aquel documento aclaratorio- "describiría la relación especial del Obispo de Roma con este último, y podría expresar la jurisdicción particular del Obispo de Roma para la Iglesia latina".
Se subrayó que la supresión del título patriarcal referido al obispo de Roma no implica la posibilidad de "nuevas reivindicaciones papales" respecto de las Iglesias orientales, como se había hipotetizado en algunas reacciones negativas expresadas por teólogos y representantes de las Iglesias ortodoxas.
En respuesta a esta eliminación: -se reiteró- más bien quería expresar un "realismo histórico y teológico" que nos llevó a dejar de lado un título considerado obsoleto.
La elección del papa Francisco de restaurar el título de Patriarca de Occidente -observó nuevamente Fides- "puede vincularse a su insistencia en la importancia de la sinodalidad, y a la preocupación ecuménica que nos empuja a mirar siempre a los primeros siglos del cristianismo, cuando entre las Iglesias no hubo laceraciones de carácter dogmático". (ANSA).
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