Más de 6.
Durante un animado discurso en el que pidió repetidamente respuestas de los niños, Francisco hizo un llamamiento especial para recordar a los niños afectados por la guerra y los conflictos, especialmente los de Ucrania "que han olvidado cómo sonreír", y los de Gaza, "asesinados" y que sufren hambre.
La Red de Escuelas de Paz nació después de años de trabajo para promover la educación permanente para la paz y los derechos humanos en los planes de estudio de todas las escuelas en todos los niveles.
La Red está comprometida a educar a los jóvenes sobre la paz, la justicia, la ciudadanía, los derechos humanos y la responsabilidad.
El Papa Francisco comenzó su discurso a su audiencia juvenil agradeciéndoles por su viaje "lleno de ideas", que tienen como objetivo promover "una nueva visión del mundo". Les agradeció tambén "por estar llenos de entusiasmo" y por su compromiso apasionado y generoso para trabajar por un futuro mejor.
De cara a la Cumbre del Futuro del próximo otoño boreal, organizada por la ONU en Nueva York, el Papa dijo que la contribución de los niños es necesaria para garantizar que las resoluciones hechas en el papel se vuelvan "concretas y realizadas a través de caminos y acciones para el cambio".
Refiriéndose a la iniciativa italiana "Transformar el futuro: por la paz, con cuidado", el Papa desafió a los niños y niñas a ser "protagonistas y no espectadores del futuro". Esto, dijo, requiere redes, conexiones y que las personas puedan trabajar juntas en sinergia y armonía.
Francisco advirtió que los desafíos actuales son verdaderamente globales, afectan a todos y requieren "la valentía y la creatividad de un sueño colectivo que anime un compromiso permanente para afrontar juntos las crisis ambientales, económicas, políticas y sociales que atraviesa nuestro planeta".
Dijo que "es un sueño que requiere que estemos despiertos, no dormidos", e insistió en que tales sueños se realizan a través de la oración, "es decir, junto con Dios, y no con nuestras propias fuerzas". El Papa Francisco continuó destacando las dos palabras clave en el centro de su compromiso: "paz" y "cuidado".
Estas dos ideas están interconectadas, dijo, explicando que la verdadera paz no es sólo la ausencia de violencia sino un "clima de buena voluntad, confianza y amor que pueda madurar en una sociedad basada en relaciones de cuidado".
Dirigiéndose a los jóvenes con profundo afecto, el Santo Padre los invitó a hacer su parte para promover la paz en nuestro mundo. "En este tiempo todavía marcado por la guerra, les pido que sean artesanos de la paz". (ANSA).
Leggi l'articolo completo su ANSA.it