En el encuentro con los jóvenes en la Basílica de la Salud, en Venecia, los invitó ante todo a ser "creadores de belleza, a hacer algo que antes no existía".
"Piensen en ustedes mismos, en los hijos que tendrán", añadió.
De ahí el llamamiento: "No sean profesionales de la mecanografía compulsiva, sino creadores de novedades", les dijo.
"Un gesto de amor hacia alguien que no puede corresponder: esto es crear, imitar el estilo de Dios. Es el estilo de la gratuidad, que nos aleja de la lógica nihilista del 'hago para tener' y 'trabajo para ganar' El centro es la gratuidad", agregó.
"¡Sean creativos con la gratuidad, den vida a una sinfonía de la gratuidad en un mundo que busca el lucro! Entonces serán revolucionarios - subrayó el Pontífice -. ¡Vayan, dónense sin miedo!". (ANSA).
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