(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 02 GIU - En el Angelus del
Corpus Domini, el Papa hizo un sincero llamamiento a los
gobiernos de las naciones para que detengan la escalada de los
conflictos en curso y tomen decididamente el camino de las
negociaciones. "No olvidemos a Ucrania, Palestina, Israel y
Myanmar atormentados", enumeró el Pontífice durante la oración
mariana dominical en una plaza de San Pedro empapada por la
lluvia.
"Apelo a la sabiduría de quienes están en el poder para
detener la escalada y hacer todos los esfuerzos posibles para
entablar un diálogo y una negociación", dijo Francisco.
El Papa también lanzó un llamamiento para Sudán, donde se
está produciendo una de las emergencias humanitarias más graves
del planeta debido a la guerra civil. "Los invito a orar por
Sudán, donde la guerra que dura más de un año aún no ha
encontrado una solución pacífica", dijo. "Que se silencien las
armas -añadió el Pontífice- y con el compromiso de las
autoridades locales y de la comunidad internacional, se lleve
ayuda a la población, y los numerosos desplazados y refugiados
sudaneses puedan encontrar acogida y protección en los países
vecinos".
La preocupación por la escalada de los conflictos y por una
posible explosión generalizada tras la entrada directa en el
terreno, especialmente en Ucrania, de las fuerzas de la OTAN es
el mayor temor de la Santa Sede en este momento.
El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, lo ha
destacado bien en los últimos días. La posibilidad de utilizar
armas suministradas por la OTAN también en territorio ruso "creo
que debería preocupar a todas las personas que se preocupan por
el destino de nuestro mundo" y "esto podría conducir a una
escalada que ya nadie podrá controlar: es una perspectiva
realmente inquietante", afirmó el jueves pasado el colaborador
número uno del Papa al margen de un evento en Milán.
"Estamos comprometidos a nivel humanitario, especialmente
en la cuestión del retorno de los niños ucranianos a su patria,
un mecanismo que se inició con la visita del cardenal Zuppi a
Kiev y Moscú y que está dando frutos. No hay otros espacios",
observó.
En cuanto al conflicto entre Israel y Hamás y a la crisis
humanitaria en Gaza, "esperamos que estas negociaciones, que
están intentando continuar, puedan realmente encontrar algún
resultado", respondió Parolin a los periodistas.
"Es una gran preocupación precisamente porque, a pesar de
los intentos que se han hecho desde hace algún tiempo, de
alcanzar una tregua y, por lo tanto, una solución pacífica, al
menos por ahora, no es posible", añadió. "El problema de fondo,
es que hay falta de confianza entre las partes. Las partes no
confían unas en otras, por eso no están dispuestas a hacer ni un
pequeño gesto hacia el otro. Y esto evidentemente se convierte
entonces en la tragedia de la población, que sigue sufriendo los
efectos de la guerra", completó.
Mientras tanto, hoy el Papa también abordó el tema de la
guerra en la Misa de Corpus Christi que presidió por la tarde
-restableciendo una tradición consolidada- en la Basílica de San
Giovanni in Laterano, antes de la procesión a Santa María la
Mayor y la bendición de la Eucaristía. "Cada día vemos
demasiadas calles, que quizás olían a pan horneado, reducidas a
montones de escombros debido a la guerra, al egoísmo y a la
indiferencia! Es urgente traer de vuelta al mundo el buen y
fresco aroma del pan del amor, para seguir esperando y
reconstruir sin cansarse nunca lo que el odio destruye", dijo en
la homilía. (ANSA).
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"No más guerras, diálogo y negociación"
Apelación de Francisco, también por el conflicto en Sudán