"Continúo siguiendo con preocupación la gravísima situación humanitaria en Gaza y pido una vez más el alto el fuego en todos los frentes, la liberación de los rehenes y la ayuda a la población exhausta", dijo el Papa en el llamamiento del Angelus.
"Animo a todos a hacer todos los esfuerzos para que el conflicto no se extienda, añadió, y a proseguir por las vías de la negociación para que esta tragedia llegue pronto a su fin. No lo olvidemos: la guerra es una derrota", remarcó.
"A María Reina de la Paz, a quien contemplamos hoy en la gloria del Paraíso, quisiera confiar una vez más las angustias y los dolores de los pueblos que en tantas partes del mundo sufren a causa de las tensiones sociales y de las guerras", agregó en el Angelus por la festividad de la Asunción de la Virgen.
"Pienso en particular en la atormentada Ucrania, Oriente Medio, Palestina, Israel, Sudán y Myanmar», recordó el Pontífice. "Que la Madre celestial obtenga para todos consuelo y un futuro de serenidad y concordia", deseó.
El recordar el sentido de la celebración católica de hoy, Francisco subrayó que «la Santísima Virgen es aquella que va delante de nosotros en el camino, recordándonos a todos que también nuestra vida es un camino continuo hacia la unión definitiva con el Señor".
"Fijémoslo bien en nuestro corazón. El Señor nos ha hecho para la alegría del Cielo, su sueño es llevarnos con Él a vivir para siempre en la vida eterna", subrayó Francisco.
Por eso, destacó, "nuestra vida no es un viaje sin sentido y sin rumbo, sino que es un proyecto de amor, una peregrinación que nos lleva, día tras día, al encuentro con Él y a la alegría sin fin que nos tiene preparada".
"Queridos hermanos -continuó el Pontífice-, esta esperanza debe alimentar el camino de nuestra vida, especialmente cuando es más fatigoso".
"Y es bueno que nos preguntemos, en este día de fiesta -añadió-, ¿alimento esta esperanza, sabiéndome acompañado por el Señor y que Él me espera al final de mi camino terreno? ¿Estoy en camino en mi vida, o me he conformado con vivir al día? ¿Recuerdo que estoy hecho para el Cielo, buscando al Señor y amando a mis hermanos, o pienso solo en mí mismo y permanezco encerrado en las cosas terrenas?". (ANSA).
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