Vaticano

Llevar amor, bondad y paz a la vida cotidiana

El Papa Francisco, un nuevo llamado de paz

Redazione Ansa

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 21 AGO - El papa Francisco exhortó hoy a "llevar amor a la vida cotidiana", en un contexto internacional marcado por las divisiones, y volvió a pedir paz para los países en conflicto. "Nuestro mundo, marcado por guerras y divisiones, necesita más que nunca los frutos del Espíritu Santo. Empezando por vuestras familias y vuestros ambientes de trabajo, llevad a vuestra vida cotidiana el amor, la paz y el bien", afirmó el pontífice en el saludo de la audiencia general.
    "Que sus oraciones por la intercesión de Nuestra Señora de Jasna Gora, a quien tantos de ustedes peregrinan a pie en las últimas semanas, concedan al mundo el don de la paz tan deseada", dijo Francisco a los peregrinos polacos.
    "No olvidemos a la Ucrania atormentada, que sufre tanto, no olvidemos a Myanmar, Sudán del Sur, Kivu del Norte y muchos países que están en guerra. Oremos por la paz. Y no nos olvidemos de Palestina e Israel, que haya paz allí", dijo Jorge Bergoglio.
    Luego, recordó que hoy, conmemoración de San Pio X, en muchas partes del mundo se celebra el Día del catequista.
    "Pensamos en nuestros catequistas - dijo- que realizan tanto trabajo, y en algunas partes del mundo son los primeros en llevar adelante la fe".
    "Oremos hoy por los catequistas: que el Señor les haga valientes y capaces de seguir adelante", agregó.
    "Sabemos que, desgraciadamente, a veces los cristianos no esparcen el olor de Cristo, sino el mal olor de su propio pecado. Y no lo olvidemos, el pecado nos aleja de Jesús, nos acerca al diablo, y el diablo suele entrar por nuestros bolsillos", advirtió el Papa, en el marco de la audiencia general, dedicada hoy al tema "El Espíritu del Señor está sobre mí", el Espíritu Santo en el bautismo de Jesús (Lectura: Hechos 10,34.37-38).
    "Esto, sin embargo, no debe distraernos del compromiso de realizar, en la medida de nuestras posibilidades y cada uno en nuestro propio entorno, esta sublime vocación de ser el buen olor de Cristo en el mundo", sostuvo.
    Luego, subrayó que "el perfume de Cristo se desprende de los 'frutos del Espíritu', que son 'amor, alegría, paz, magnanimidad, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí' (Gal 5,22). Si nos esforzamos por cultivar estos frutos, entonces, antes de que nos demos cuenta, alguien olerá un poco de la fragancia del Espíritu de Cristo a nuestro alrededor". (ANSA).
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