Los otros países visitados entre el 2 y el 13 de septiembre en esta larga gira entre el sudeste asiático y Oceanía serán Papúa Nueva Guinea, un crisol multicultural con grandes núcleos tribales, a menudo en conflicto entre sí, y una Iglesia joven, y Singapur, una ciudad-Estado y centro financiero global, proyectada hacia los desafíos y contradicciones socioeconómicas y tecnológicas del futuro, así como un lugar donde también viven grandes cantidades de chinos.
Y si uno de los temas de este viaje, ya previsto en 2020, pero aplazado a causa de la pandemia, será la cercanía y el apoyo que el Papa quiere llevar a las Iglesias fronterizas, grandes o pequeñas, del continente asiático y del Pacífico, en una región donde, entre otras cosas, el catolicismo todavía ve espacios de crecimiento y evangelización, entre los principales estará sin duda el del diálogo entre credos y la convivencia pacífica entre diferentes culturas.
Así como nuevos mensajes del Pontífice, en un contexto de naturaleza exuberante, pero también de amenazas de desastres ambientales, para proteger la creación de los grandes riesgos de la crisis climática.
No faltarán tampoco las referencias de Francisco a los conflictos en curso en el mundo y a la "tercera guerra mundial fragmentaria", ya una realidad plena.
El teatro de los llamamientos podría ser el Estado archipiélago de Indonesia - seis mil islas habitadas sobre más de 17 mil -, el país de mayoría islámica más poblado del mundo, con más del 87% de su población de fe musulmana: un Estado que, sin embargo, nunca se ha vuelto teocrático y donde las diferencias, incluidas las religiosas, se respetan no solo a nivel institucional.
El Papa estará allí del 3 al 6 de septiembre y se reunirá en Yakarta con las autoridades, el clero, los jóvenes, los pobres y los refugiados y, en privado, con los hermanos jesuitas. Además de la misa en el estadio, será importante el encuentro inter religioso en la mezquita Istiqlal, en ocasión del cual Francisco firmará una declaración conjunta con el gran imán inspirada en el documento sobre la fraternidad humana de Abu Dabi, y visitará también el "túnel de la amistad", que conecta el lugar de culto islámico con la catedral.
En Papúa Nueva Guinea (6-9 de septiembre), Estado de la Commonwealth, en la capital, Port Moresby, el Pontífice se reunirá también con las autoridades, es decir, los niños, los obispos y el clero, y celebrará misa en el estadio, donde también verá a los jóvenes.
En el puerto de Vanimo, en cambio, en una zona de gran riqueza naturalista, verá a los fieles de la diócesis y en privado a un grupo de misioneros.
En Timor Oriental (9-11 de septiembre), el Papa se reunirá con las autoridades civiles en la capital, Dili, visitará a niños discapacitados, se reunirá con los obispos y el clero, en privado con los jesuitas, celebrará misa en la explanada de Taci Tolu y, finalmente, se reunirá con los jóvenes.
Timor Oriental sigue afectado por el caso, admitido por el Vaticano hace dos años con sanciones restrictivas, del obispo y Premio Nobel de la Paz en 1996, Carlos Filipe Ximenes Belo, acusado de abusos sexuales a niños y adolescentes y que se jubiló en 2002 en Portugal. Hace tres años, el popular misionero estadounidense fue declarado culpable de abusar de niñas jóvenes.
En Singapur (11-13 de septiembre), cierre del viaje con visitas a las autoridades y el encuentro con la sociedad civil, el encuentro privado con los jesuitas, la misa en el estadio nacional, la visita a los ancianos y enfermos y el encuentro interreligioso con los jóvenes.
A pesar de la duración y el esfuerzo del viaje y de los numerosos desplazamientos, no se previeron precauciones especiales de salud para Bergoglio, de 87 años, acompañado como siempre por un médico y dos enfermeros, aparte de las habituales en los viajes apostólicos, "consideradas suficientes", afirmó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
En los cuatro países, ya visitados por Papas como Pablo VI y Juan Pablo II y que elevan a 65 los que tocó, Francisco pronunciará un total de 16 discursos, todos en italiano, excepto los cuatro en Timor Oriental, que serán en español. (ANSA).
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