Así lo destacó el papa Francisco durante su visita a Indonesia, un país que él mismo indicó en el Libro de Honor del Palacio Presidencial de Yakarta como un "lugar de encuentro y diálogo entre culturas y religiones diferentes", en su discurso a las autoridades y a la sociedad civil del país, después de su encuentro con el presidente saliente Joko Widodo.
Refiriéndose al lema nacional "Unidos en la diversidad", el Papa subrayó cómo este manifiesta "bien esta realidad multiforme de pueblos diferentes firmemente unidos en una sola Nación".
Subrayó Francisco cómo en el archipiélago de 17,000 islas, de las cuales 6,000 están habitadas, "las diferencias específicas contribuyen a formar un magnífico mosaico, en el cual cada pieza es un elemento insustituible para componer una gran obra original y valiosa. Y ese es su tesoro, su mayor riqueza".
Según el Pontífice, "este sabio y delicado equilibrio, entre la multiplicidad de culturas y las diferentes visiones ideológicas y las razones que cimentan la unidad, debe ser continuamente defendido de cualquier desequilibrio": una tarea que corresponde "de manera especial a la acción realizada por la política".
Y es también con la ayuda de la Iglesia católica, cuyo deseo es "incrementar el diálogo interreligioso", también con el fin de "superar los desequilibrios y las bolsas de miseria que aún persisten en algunas zonas del país", que "se podrán eliminar los prejuicios y fomentar un clima de respeto y confianza mutua", indispensable para "enfrentar los desafíos comunes, entre los cuales está el de contrarrestar el extremismo y la intolerancia, que - distorsionando la religión - intentan imponerse mediante el engaño y la violencia".
El Papa advirtió sobre las tendencias que, en el mundo, "obstaculizan el desarrollo de la fraternidad universal", los conflictos, las intolerancias y las violaciones, y también la falta de compromiso con la justicia social, que alimenta los "crecientes desequilibrios".
Pero no solo eso: en el mundo, advirtió, "hay casos en los que la fe en Dios se pone continuamente en primer plano, pero a menudo para ser lamentablemente manipulada y para servir no a construir paz, comunión, diálogo, respeto, colaboración, fraternidad, sino para fomentar divisiones y aumentar el odio".
Finalmente, Francisco recordó que "la paz es fruto de la justicia": "la armonía se obtiene cuando cada uno se compromete no solo por sus propios intereses y su propia visión", sino "en vista del bien de todos, para construir puentes, para promover acuerdos y sinergias, para unir fuerzas con el fin de vencer cada forma de miseria moral, económica, social, y promover la paz y la concordia".
El presidente Widodo subrayó que "este espíritu de paz y tolerancia es lo que Indonesia y el Vaticano quieren difundir, especialmente en medio de un mundo cada vez más turbulento".
Mientras tanto, los musulmanes de Indonesia recibieron "con agrado" la visita del papa Francisco al país.
En vista del encuentro interreligioso de mañana por la mañana en la Mezquita Istiqlal, el Consejo Central de Muhammadiyah, una de las principales organizaciones islámicas de Indonesia - el país con el mayor número de musulmanes en el mundo -, afirma en un comunicado que "la visita del papa Francisco es un honor y un signo de respeto hacia el pueblo indonesio".
Según Muhammadiyah, "es importante que Indonesia utilice la visita y el encuentro con el Papa como un impulso para iniciar y desarrollar su papel en la paz mundial de manera más proactiva en la búsqueda de soluciones permanentes para el futuro de Palestina, involucrando a diversas partes a nivel mundial".
(ANSA).
Leggi l'articolo completo su ANSA.it