Vaticano

Abrirse a Dios, Papua no te sientas distante y excluida

Redazione Ansa

(ANSA) - PORT MORESBY, 07 SET - "Esto es lo más importante: abrirnos a Dios, abrirnos a nuestros hermanos, abrirnos al Evangelio y hacer de él la brújula de nuestra vida", afirmó el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada ante 35.000 personas en el estadio Sir John Guise de Port Moresby, tras comentar el episodio evangélico de la curación de los sordomudos.
    "A ustedes también hoy el Señor les dice: '¡Ánimo, no teman, pueblo papuano! ¡Ábrete! Ábrete a la alegría del Evangelio, ábrete al encuentro con Dios, ábrete al amor de los hermanos'. Que ninguno de nosotros permanezca sordo y mudo ante esta invitación", añadió el pontífice.
    "Hay una sordera interior y un mutismo del corazón que dependen de todo lo que nos cierra dentro de nosotros mismos, nos cierra a Dios y a los demás: el egoísmo, la indiferencia, el miedo a correr riesgos y arriesgarse, el rencor, el odio. , y la lista podría continuar. Todo esto nos aleja de Dios, de nuestros hermanos, de nosotros mismos y de la alegría de vivir", subrayó el Papa. "A esta distancia, hermanos y hermanas, Dios responde con la cercanía de Jesús. ", continuó.
    Según el pontífice, "con su cercanía, Jesús cura el mutismo y la sordera del hombre: cuando en realidad nos sentimos distantes, o elegimos mantenernos alejados -a distancia de Dios, distancia de nuestros hermanos, distancia de quien es diferente a nosotros- entonces nos cerramos, nos atrincheramos en nosotros mismos y acabamos girando sólo en torno a nuestro propio ego, sordos a la Palabra de Dios y al grito de los demás y, por tanto, incapaces de hablar con Dios y con los demás".
    "Hermanos y hermanas -añadió-, ustedes que viven en esta gran isla que domina el océano Pacífico, quizás alguna vez han pensado de ser una tierra lejana, situada en el fin del mundo. Y quizás, por muchas otras razones, se han sentido a veces alejados de Dios y de su Evangelio, incapaces de comunicarse con él y entre ustedes".
    Pero para el Papa, "Jesús supera los cierres del corazón, nos ayuda a superar nuestros miedos, abre nuestros oídos, suelta nuestra lengua y, así, nos redescubramos como hijos amados de Dios y hermanos entre nosotros".
    Pero para el Papa, "Jesús supera los cierres del corazón, nos ayuda a superar nuestros miedos, abre nuestros oídos, suelta nuestra lengua y, así, nos redescubrimos como hijos amados de Dios y hermanos entre nosotros". (ANSA).
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