"Debería haber más impuestos para los millonarios, de verdad", dijo Francisco, porque "la gente económicamente fuerte debería hacer más, debería abrirse a compartir los bienes que tiene".
"Si este pequeñísimo porcentaje de multimillonarios que acumula la mayor parte de la riqueza del planeta se inclinara a compartirla, no a regalarla, a compartirla fraternalmente, sería bueno para todos, pero también para ellos mismos en primer lugar", subrayó. El Pontífice pidió entonces "a los privilegiados del mundo que den este paso para ser ellos mismos mucho más felices" y recordó que "el diablo entra por los bolsillos" y «acumular riquezas no es una virtud, es un vicio".
"Es una historia entre el corazón y el dinero", pero "no es una historia fácil como con una novia, sino difícil como con una suegra", destacó. En su audiencia con los Movimientos Sociales, Francisco abordó también una de sus principales demandas, "tierra, techo y trabajo", que "son derechos inalienables, nadie te los puede quitar, nadie te puede robar esta esperanza, nadie puede apagar tus sueños".
«Si los pobres no se resignan, sino que se organizan, perseveran en su construcción comunitaria cotidiana y al mismo tiempo luchan contra las estructuras de injusticia social, tarde o temprano, más temprano que tarde, las cosas cambiarán para mejor", destacó el Papa.
Para Francisco, "de la acción comunitaria de los pobres de la Tierra depende no solo su futuro, sino el futuro de la humanidad. De los pobres dependemos todos, todos, incluso los ricos, porque "la desigualdad es la raíz de los males sociales".
Sé que esto molesta, pero es la verdad".
"Algunos hermanos -continuó el Papa Francisco- me han dicho: 'usted habla mucho de los pobres, pero poco de la clase media'.
Es verdad, pido disculpas por esto, pero 'la centralidad de los pobres es la centralidad del Evangelio. No es el Papa, es Jesús quien los pone en el centro", "Es una cuestión de fe que no podemos negociar. "Un hermano llegó a decirme: 'No seas tan duro con los ricos'. Pero Jesús fue más duro que yo", afirmó el Papa.
Por otra parte, Francisco instó a no "seleccionar a la humanidad", porque esto significa proceder "sin amor. Si hacemos esto, perdemos la dirección correcta", dijo en el encuentro con los Movimientos Sociales.
"Debemos evitar el darwinismo social: es la ley del más fuerte que justifica primero la indiferencia, luego la crueldad y finalmente el exterminio", subrayó el Papa Francisco, que añadió que "esto es siempre obra del maligno".
El Pontífice también dedicó unas reflexiones a la corrupción que, aseguró, está presente también en los medios de comunicación, la clase política y hasta en la Iglesia.
Criticó a los medios de comunicación que, junto con las redes sociales, "han adoptado posturas serviles frente a quienes tenían el poder económico", y a los "altos funcionarios, autoridades, gobernantes, concejales, tesoreros y magistrados, que se han postrado a rezar ante una estatua dorada".
Y esto "no solo ocurre con ejecutivos, políticos, actores sociales, sindicatos, artistas, intelectuales, sino también con sacerdotes", advirtió. Dicen que 'la sotana tiene grandes bolsillos'. Sucede", afirmó. "Los que intentan escalar la pirámide social suben a la cima y cuando llegan a la cima de esta pirámide, ¿qué muestran? Me lo decía mi abuela: 'cuando están arriba lo único que muestran es el trasero'", concluyó el Papa: "esta es la esencia de la corrupción". (ANSA).
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