El camino hacia la pacificación, añadió, es la" verdadera urgencia de este período histórico".
El lema de la edición de 2024, prevista desde hoy hasta el 30 de septiembre en Turín, es el mensaje "Somos naturaleza".
En la carta enviada con motivo de la inauguración de Terra Madre, el papa Francisco señaló con el dedo a la agricultura "a menudo explotada por la lógica del beneficio, que se convierte así en un medio de contaminar la tierra, explotar a los trabajadores y empobrecer la biodiversidad".
En ese sentido, instó a "llevar a un lugar seguro esa biodiversidad cultural" representada por quienes "llevan adelante el cultivo y la cultura alimentaria en el pleno respeto de la naturaleza".
"Debemos ser conscientes de que gran parte del destino de este planeta pasa por vuestro trabajo y vuestros sacrificios y Terra Madre adquiere un significado muy importante".
Una carta que el fundador de Slow Food, Carlo Petrini, definió como "un verdadero documento con extraordinario contenido político".
"Y el Papa tiene razón cuando habla de biodiversidad cultural: ésta es la riqueza de Terra Madre".
Una riqueza compuesta por 3.000 delegados de la red procedentes de más de 120 países, más de 100 realidades indígenas, pero también 700 expositores, 180 baluartes Slow Food de Alimentos.
Una comunidad que para Petrini debe tener cada vez más voz.
"La política -afirmó- debe abordar dialécticamente las realidades fundamentales y Terra Madre tendrá que volverse aún más representativa desde el punto de vista político, dando la justa dimensión política a esta multitud de personas".
Y es también un discurso político en sentido amplio el de la presidenta de Slow Food Italia, Barbara Nappini, quien advirtió: "cuando los alimentos se convierten en una mercancía, entran en la lógica financiera, en un sistema que produce conflictos, guerras, explota y consume el suelo y los recursos naturales, contamina el aire, produce explotación y muerte".
"Somos naturaleza, por eso la comida se convierte en nosotros. Desde hace 40 años intentamos contar otra idea del mundo, utilizar la comida como una poderosa herramienta para el cambio potente".
Y desde Turín -concluyó el presidente de Slow Food Italia- estos últimos días se lanzó una exhortación a los responsables políticos reunidos en Ortigia (en el G7 de la Agricultura, ed.): se necesitan decisiones valientes que no miren al futuro vuelta electoral sino a los próximos siglos para abandonar una lógica basada en el lucro y pasar a un paradigma basado en la vida".
(ANSA).
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