En una entrevista con ANSA, habla con entusiasmo de la ciudad que, como siciliano, considera "muy acogedora".
Los problemas relacionados con las obras jubilares, pero también los más ocultos, como el uso masivo de nuevos medicamentos por parte de los más jóvenes. Luego está ese mar de "desigualdades" que hay que colmar, en el trabajo, en la vivienda, en la educación y en la salud, en una Roma en la que la brecha entre los barrios ricos y los suburbios nunca se ha cerrado del todo.
Por todo ello es necesario dialogar con las instituciones, pero también tener, todos los ciudadanos, "un mayor sentido del bien común".
Luego, hace un anuncio: "Queremos verificar si existen las condiciones para abrir el proceso de beatificación de don Luigi Di Liegro", fundador de Cáritas en Roma, "una figura extraordinaria".
El Jubileo ya está aquí, pero la ciudad todavía está llena de obras abiertas.
"Yo también soy consciente de los inconvenientes que muchos ciudadanos romanos están experimentando en este momento, están ahí para que todos los vean. Esperamos que los retrasos que estamos viendo puedan recuperarse en el menor tiempo posible.
Entiendo que la intención de la administración así como de la mesa del Palazzo Chigi, es respetar los plazos de entrega de cada obra", afirma.
Recientemente, el Ayuntamiento de Roma ha hecho saber, a través del alcalde Roberto Gualtieri, que las obras avanzan según el calendario.
"Vamos según lo previsto, ya hemos acelerado", afirmó el alcalde hace unos días, subrayando que "los problemas se pueden contar con los dedos de una mano".
Pero el Jubileo, añade Reina, "es un tiempo de gracia, de misericordia, de perdón, pero sobre todo un tiempo de redención para los últimos".
Los últimos son las numerosas personas sin hogar que viven en las calles o las familias de los barrios suburbanos que luchan por llegar a fin de mes. En Roma "hay muchas dificultades y es inútil ocultarlas. Pero la actitud que quisiera mantener es la del diálogo. Creo que la Iglesia tiene el deber de dialogar con las instituciones y donde es necesario poner de relieve las cuestiones críticas problemas y lagunas y llamarlos por su nombre".
Para Reina, respecto a estas dificultades, "hay responsabilidades de la política, no hay lugar a dudas, pero también hay una falta de atención al bien común. Hay una dimensión de colaboración entre ciudadanos individuales que muchas veces falta".
La diócesis mantendrá a fin de mes una reunión con el Papa Francisco sobre las "desigualdades".
"Hemos puesto el énfasis en la pobreza, identificándola como pobreza laboral, de vivienda, escolar y sanitaria.
Lamentablemente, el problema de las desigualdades afecta a las clases más débiles. Roma está experimentando dificultades sociales considerables que a menudo no salen a la luz en las noticias - agrega el Vicario del Papa para Roma-, porque notamos algunas cosas cuando escuchamos sobre feminicidios u otras cosas. Sin embargo, hay muchas situaciones que desgarran a esta ciudad a diario, por ejemplo, estoy muy preocupado por la propagación de sustancias químicas, las llamadas nuevas drogas, entre los más jóvenes".
Sobre la diócesis, dice que "hay enfoques pastorales consolidados, el 'siempre se ha hecho así' que a veces nos recuerda el Papa Francisco. Y en cambio los tiempos que estamos a punto de vivir exigen una mayor flexibilidad, una capacidad de atreverse a comprender si hay caminos nuevos".
"El Papa insiste mucho en la transparencia, nos pide que todo sea en nombre de la máxima transparencia, desde la administración hasta la gestión de los recursos que tenemos a nuestra disposición", subraya.
Más allá de Roma, está el mundo asolado por las guerras, como Tierra Santa.
"Es nuestro deseo hacer una peregrinación pero debemos esperar las condiciones para poder hacerlo. Esperamos poder realizarla lo antes posible", expresa. (ANSA).
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