Fernández participó en un encuentro con un centenar de participantes en el Sínodo, entre miembros invitados y expertos, para escuchar sus preguntas, recibir propuestas y hacer balance de los trabajos del "Grupo 5", que trabaja en el ex Santo Oficio el tema de los posibles ministerios para las mujeres.
El cardenal argentino explicó cómo todo su Dicasterio -al que se había encomendado específicamente esta tarea incluso antes del Sínodo- está empeñado en profundizar el tema del papel de la mujer y en explorar nuevas posibilidades de ministerios dedicados a ellas.
A continuación,. describió su modo de trabajar, comenzando por la Consulta, es decir, escuchando las propuestas del nutrido grupo de mujeres consultoras, grupo que en este caso se ha ampliado pidiendo opiniones y escuchando experiencias mucho más allá de las consultoras oficiales del Dicasterio.
Ya se han celebrado dos asambleas ordinarias de cardenales y obispos del Dicasterio, y los trabajos están coordinados por el Secretario de la Sección Doctrinal, monseñor Armando Matteo.
Fernández destacó que el modo de trabajo es sinodal, y que la presencia de obispos y cardenales de todo el mundo hace que los trabajos tengan en cuenta distintas sensibilidades y culturas.
Añadió que se ha pedido a los miembros del Sínodo que envíen aportaciones y propuestas, además de tener en cuenta las experiencias ya en marcha que ven a mujeres al frente de comunidades, por ejemplo en la Amazonia, pero también en África y Asia. Se seguirán enviando cartas de consulta.
El objeto fundamental del grupo, explicó el cardenal, es el papel de la mujer en la Iglesia, no específicamente la posibilidad del diaconado femenino, sobre el que aún trabaja la comisión presidida por el cardenal. Giuseppe Petrocchi.
Fernández dijo que las mujeres quieren ser escuchadas y valoradas: piden tener autoridad y desarrollar sus carismas y capacidades, pero la mayoría de ellas no piden el diaconado, es decir, no piden ser "clericalizadas".
Por eso, el trabajo del Dicasterio debe proceder mientras tanto con pasos "muy concretos" en este camino. Fundamental, en este sentido, es profundizar en las diferencias entre el orden sagrado y el poder, para poder confiar a los laicos y, por tanto, también a las mujeres, funciones de liderazgo en la Iglesia: un camino en el que es posible tener un consenso significativo.
El Prefecto preguntó: si resulta que en el pasado las mujeres predicaban en misa o ejercían el poder sin ser ordenadas diáconos, ¿esto vale menos? Fernández dijo luego que sobre el tema específico del diaconado, la comisión dirigida por el cardenal Petrocchi retomará su trabajo con más fuerza escuchando las propuestas de la asamblea sinodal y de otras del mundo: se pueden enviar propuestas y subsidios a través de la Secretaría del Sínodo.
Y por cierto, recordando su discurso en el aula sinodal, en el que resumió la posición del Papa sobre el tema, el cardenal subrayó: decir que "no está madura una decisión sobre el diaconado" no significa que Francisco quiera cerrar el tema, sino seguir estudiando, dado que las conclusiones de los trabajos de la comisión no son unívocas y hay historiadores que dicen que en el pasado hubo casos de mujeres ordenadas diaconisas, y otros que fue una bendición y no una verdadera ordenación.
El Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe concluyó diciendo que está convencido de que se puede avanzar con pasos claros y concretos que den poder a las mujeres en la Iglesia, empezando por distinguir lo que es inseparable del orden sagrado de lo que no lo es. (ANSA).
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