"Espero que, mientras los católicos de Estonia buscan construir una sociedad arraigada en la paz, la justicia, la solidaridad y la dignidad de cada persona humana, colaboren cada vez más con los hombres y mujeres de otras denominaciones cristianas para dar testimonio unidos con las promesas de Dios, esto es particularmente importante en el contexto de la actual guerra en Europa - escribió el pontífice-, que es fuente de profunda ansiedad y trágicamente refleja los momentos más oscuros de los últimos años".
El Pontífice también espera que "los cristianos estonios, junto con todas las personas de buena voluntad, extiendan la mano de la amistad a los refugiados y a los hermanos y hermanas más vulnerables". (ANSA).
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